Merlín ha obtenido autorización de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para pasar a controlar la ZAL, la empresa que gestiona la zona de actividades logísticas del Puerto de Barcelona, junto con la autoridad de este puerto.
La operación supondría así comprar las participaciones del resto de actuales accionistas de la empresa, el grupo Saba y la sociedad estatal de suelo Sepes. En concreto, la CNMC ha autorizado a Merlín y a la Autoridad del Puerto de Barcelona a «adquirir el control conjunto» de esta sociedad en una resolución del consejo del organismo con fecha del 17 de septiembre, según consta en los registros del ‘superregulador’. De esta forma, la socimi que preside Ismael Clemente y la autoridad portuaria dan un paso más para poder cerrar la eventual operación. Merlín trabaja en esta posible compra tras tomar recientemente el control de Testa, la hasta ahora filial de patrimonio inmobiliario de Sacyr. La operación, estimada en un importe total de 1.937 millones de euros y de la que aún le resta por acometer la última compra de títulos de la inmobiliaria, le ha supuesto realizar una ampliación de capital de 1.000 millones. Con esta adquisición, la socimi pretende constituir el mayor grupo patrimonialista del país, con activos valorados, según sus datos, en unos 5.000 millones de euros. La ZAL del Puerto de Barcelona constituye una de las más importantes plataformas logísticas del Mediterráneo, según destaca la empresa en su página de Internet, que indica que el puerto de Barcelona «concentra la mayor oferta logística de la Península y lidera el tráfico de contenedores del Mediterráneo, dado que constituye la puerta de entrada al Sur de Europa de las mercancías que proceden de Extremo Oriente y del Sudeste asiático, abarcando todo el arco mediterráneo». La compañía ofrece suelo y naves logísticas en alquiler en un entorno intermodal que ofrece enlace marítimo, ferroviario y por autopista.