La presidenta de Banco Santander, Ana Botín, ha reivindicado la capacidad del banco de elevar el beneficio cada año y pagar dividendos cada trimestre a pesar de la crisis económica, etapa en la que además ha reforzado sus niveles de capital.
En la clausura del Investor Day que el Santander ha celebrado en Londres durante dos días, Ana Botín ha repasado los principales objetivos apuntados en la primera sesión, en la que anunció que el dividendo por acción de la entidad aumentará desde el próximo ejercicio y el beneficio por acción alcanzará un crecimiento de doble dígito en 2018.
«El modelo del Santander es resistente y capaz de elevar el beneficio», ha subrayado Botín ante los inversores en Londres, según la documentación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La presidenta del Santander ha defendido su gestión durante el último año, cuando tomó las riendas del banco tras el fallecimiento repentino de su padre, Emilio Botín. «En los últimos doce meses, hemos sentado las bases para el banco que queremos en los próximos diez años», ha afirmado.
Ana Botín ha hecho referencia a la ampliación de capital de 7.500 millones de euros lanzada en enero, el objetivo de mantener un ‘pay out’ en efectivo de entre el 30% y el 40%, así como los cambios en la cúpula del Santander, entre otras novedades.
Dentro de la «transformación» del banco, la presidenta del Santander ha puesto en valor que la entidad ha extendido los cimientos para aprovechar «oportunidades» en la nueva era de la banca digital y elevar la fidelización de los clientes (sobre todo con el lanzamiento de la ‘Cuenta 1,2,3’).
Antes de cerrar la última sesión del Investor Day, Botín ha valorado que el Santander ofrece en los diez principales mercados en los que opera un modelo «equilibrado» entre las economías desarrolladas y emergentes.
MENOS RENTABILIDAD QUE ANTES DE LA CRISIS
En la sesión de clausura del Investor Day también ha participado el director financiero de la entidad, José García Cantera, quien ha advertido de que los bancos europeos enfrentan al reto de que el ROTE o rentabilidad sobre capital tangible será «estructuralmente» más bajo respecto a los niveles precrisis, cuando alcanzaba el 20%.
De hecho, se ha reducido a la mitad incluso asumiendo unos beneficios equiparables a los registrados en 2007, como consecuencia de la presión regulatoria derivada de la crisis y el consiguiente incremento del porcentaje de capital de máxima calidad. La entidad prevé alcanzar un ROTE del 13% en 2018.