Las fuertes caídas que han experimentado las bolsas del Viejo Continente durante las últimas semanas ha hecho que las rentabilidades de los dividendos se hayan disparado. Es el caso de Telefónica, que, desde que tocó sus máximos del presente ejercicio, ha corregido un 24,3%.
Esto ha provocado que el dividendo real que pagará la firma en 2016 -en 2015 uno de los pagos será todavía en scrip, en papelitos, lo que diluye el beneficio por acción- sea el más atractivo de entre las grandes telecos europeas.
Se espera que en 2016 Telefónica abone 0,75 euros por acción, lo que, a precios actuales, supone una rentabilidad que roza el 7%. Además, según las previsiones, en 2017 su pago será de 0,77 euros por título, lo que supondría una rentabilidad del 7,16%.