El juego on-line en España continúa con su crecimiento imparable. El sector representaba ya a finales de 2014 una cuarta parte de las cantidades jugadas en nuestro país. Las cifras no mienten: el pasado año los españoles destinaron a los juegos on-line más de 6.500 millones de euros, según datos de la Memoria Anual de la Dirección General de Ordenación del Juego.
La generación de las videoconsolas y los juegos de coches en plataformas on-line se ha convertido en el perfil de los apostantes activos en la red. Cerca del 40% de los jugadores tiene entre 26 y 35 años. Le sigue el 30% de los jugadores de entre 18 y 25 años.
Pero no es oro todo lo que reluce. La ley que regula los juegos on-line en España cumple ahora tres años en vigor. Llega el momento de hacer balance y los empresarios del sector no parecen estar muy satisfechos con los resultados. Pese a reconocer que la normativa legal proporcionó más confianza a los usuarios que hasta entonces se mostraban reticentes en participar en este tipo de apuestas, afirman que la legislación está frenando el crecimiento de sus empresas.
El póquer on-line parece ser el área más afectada. Esta modalidad de juego movía alrededor de 120 millones de euros anuales antes de la entrada en vigor de la Ley. La cifra ha caído hasta la mitad en sólo tres años. ¿El motivo? Los jugadores también están obligados a tributar sus ganancias y se limita la actividad con jugadores de otros países. Los jugadores profesionales tienen dos vías ante esta situación: abandonar España y establecer su residencia en un país con una regulación más permisiva; o lanzarse a la ilegalidad, práctica poco recomendable.
En el lado opuesto se encuentran las apuestas deportivas. Su crecimiento no se ha visto afectado y ya alcanzan el 40% del dinero jugado on-line. Las previsiones indican que este crecimiento se mantendrá en los próximos años, muy a pesar de los detractores que afirman que el juego on-line contribuye a incrementar la cifra de ludópatas entre la población.
