En 2016, la semana del 6 y el 8 de diciembre será muy atípica, casi vacacional. El día de la Constitución y el de la Inmaculada caerán ese año en martes y jueves, respectivamente, y podrá organizarse un macropuente festivo.
Eso es posible porque el Gobierno finalmente no habrá trasladado las fiestas al «lunes más cercano» como comprometió Mariano Rajoy en su debate de investidura. Todas las comunidades han aprobado ya su calendario laboral para 2016.
Fuentes del Ministerio de Empleo confirman que pronto publicarán el suyo, en el que se recogen las disposiciones autonómicas.
Entre las promesas del Gobierno pendientes desde el comienzo de la legislatura estaba la de acabar con los puentes y macropuentes festivos que el calendario permite en determinados años. En la negociación laboral, antes de que se aprobara la reforma o se firmara el primer pacto de rentas de la legislatura, parecía la más sencilla de todas.