Grifols invierte 88,4 millones y crea 140 empleos en su centro mundial de operaciones de plasma en Dublín

De la enviada especial de Europa Press Laura Garcia Valenzuela

La multinacional catalana de hemoderivados Grifols ha invertido 88,4 millones de euros (100 millones de dólares) en un nuevo centro mundial de operaciones de la división Bioscience, la especializada en tratamientos con proteínas plasmáticas, en Dublín (Irlanda), unas instalaciones que cuando estén operativas el primer semestre de 2016 crearán 140 puestos de trabajo.

La inauguración del centro, de 22.000 metros cuadrados y ubicado en el parque empresarial Grange Castle de Dublín, se ha producido este jueves, y al acto han asistido el presidente de Grifols, Víctor Grífols; el ministro de Trabajo de Irlanda, Richard Bruton; la ministra de Justicia, Frances Fitzgerald; el Alto Comisionado del Gobierno para Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, y el embajador de España en Irlanda, José María Rodríguez Coso.

A estas instalaciones, donde se centraliza la política comercial, la inversión y desarrollo y la cadena de suministro de Bioscience, llegará parte del plasma que no se haya fraccionado en las plantas estadounidenses de Los Angeles (California) y Clayton (Carolina del Norte) y actuará de apoyo a la fábrica de fraccionamiento de plasma de Parets del Vallès (Barcelona), a la vez que también llegará todo el producto acabado con destino internacional y producido en Estados Unidos y España que no se comercialice en estas zonas.

Así, las nuevas instalaciones disponen de una capacidad de almacenaje de hasta 1.150 palets de plasma a una temperatura de -30ºC, y de hasta 3.000 palets de producto intermedio y producto acabado a +5ºC, y concentrarán las labores de etiquetado, empaquetado, acondicionamiento final y distribución del producto plasmático a todas las filiales comerciales de Grifols y distribuidores, excepto España y Estados Unidos.

De este modo, las previsiones son que en 2016 se procesen un total de 10 millones de viales de producto, mientras que en un plazo de una década, aproximadamente, se calcula doblar esta cifra y alcanzar los 20 millones.

Entre los dos centros de Estados Unidos y el catalán, la multinacional produce 26 tipos de productos plasmáticos –proteínas plasmáticas como la albúmina e inmunoglobulina– que se comercializan en 67 países, y la división de Bioscience es la principal del grupo farmacéutico, ya que en 2014 aportó un 75% de los ingresos totales del grupo, con 2.413 millones de euros.

IRLANDA: TESORERIA CENTRAL

El nuevo centro mundial de operaciones de la división de Bioscience en Dublín también gestionará la tesorería del grupo, con lo que Grifols podrá operar como su propio banco interno, siendo único prestatario y prestamista para las filiales de la multinacional.

En un encuentro con periodistas, el vicepresidente financiero de Grifols, Alfredo Arroyo, y la directora financiera, Nuria Pascual, han explicado que el traslado de la tesorería a Irlanda «no supondrá ventajas fiscales», pese a que el impuesto de sociedades nominal en Irlanda es del 12,5% frente al 30% español: «Si quieres espantar inversiones, sube impuestos», ha afirmado Arroyo.

Ha defendido que el modelo económico y legal en Irlanda no ha cambiado, mientras que en España varía en función del color político del Gobierno: «Buscamos estabilidad legal y tributaria, que no nos cambien las reglas del juego. Queremos producir y crear valor, pero en un marco estable», ha añadido.

Pascual ha afirmado que la tasa fiscal de la compañía se mantendrá en aproximadamente el 22% del año pasado, aunque depende de los mercados que impulsen en mayor medida la facturación, y que la gestión de la tesorería se trasladó a Irlanda el año pasado.

En cualquier caso, Arroyo ha explicado que el traslado de la tesorería a Irlanda no tendrá impacto en España, ya que es un mercado donde las ventas de la multinacional son marginales y este año se situarán en torno a un 5%: «En el caso de España, como el negocio es tan pequeño en cuanto a ventas, el impacto es mínimo».

No han desvelado la ubicación de la próxima planta de fraccionamiento de plasma que la compañía quiere poner en funcionamiento en 2022, algo que se desvelará en enero de 2016, y han defendido que la situación política de Catalunya no condiciona los planes del grupo: «Las compañías no tienen confesiones ideológicas ni políticas», ha dicho Arroyo.

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