E.ON sufre pérdidas récord de 7.250 millones en el tercer trimestre por cargas extraordinarias

La compañía alemana de suministro energético E.ON registró en el tercer trimestre del año pérdidas récord por un importe neto atribuido de 7.250 millones de euros, una cifra que multiplica casi por nueve los ‘números rojos’ de 835 millones de euros en el mismo periodo de 2014 tras asumir un impacto negativo de 8.300 millones de euros en el trimestre ante las perspectivas de evolución de los precios de la electricidad y de la energía.

Este impacto negativo, que ya había sido adelantado el pasado mes de septiembre por la compañía, elevó la partida destinada en el tercer trimestre a cubrir el impacto de depreciaciones y amortizaciones hasta un total de 9.055 millones, frente a los 1.034 millones del mismo periodo del ejercicio precedente.

A este respecto, el director financiero de E.ON, Michael Sen, apuntó que este cargo extraordinario vino provocado «por el significativo descenso en los precios de la energía y las materias primas», que atribuyó principalmente a cambios estructurales en el mercado global de la energía y en el marco regulatorio. «Nuestro entorno operativo continúa siendo muy difícil».

La ‘utility’, que separará su negocio de generación convencional en una nueva empresa denominada Uniper, mientras el negocio de renovables y redes mantendrá el nombre de E.ON, alcanzó en el tercer trimestre una cifra de negocio de 26.999 millones de euros, un dato un 4,8% superior al registrado un año antes.

De este modo, en los nueve primeros meses de 2015, la compañía alemana registró pérdidas por importe neto atribuido de 6.101 millones de euros, frente al resultado negativo de 14 millones en el mismo periodo de 2014.

No obstante, el resultado neto subyacente de la compañía entre enero y septiembre alcanzó un total de 962 millones de euros, un 29,9% menos que en el mismo periodo de 2014.

Las ventas de E.ON entre enero y septiembre sumaron 84.301 millones de euros, un 4,7% menos que en el mismo intervalo del ejercicio precedente, mientras la partida destinada a cubrir depreciaciones y amortizaciones alcanzó los 10.964 millones, más de tres veces más que un año antes.

En lo que va de 2015, E.ON destacó que ha logrado reducir su deuda neta en 5.300 millones de euros, hasta un total de 28.100 millones de euros.

Por otro lado, la compañía germana confirmó sus previsiones para el conjunto del ejercicio 2015, cuando confía en lograr un resultado bruto de explotación (Ebitda) de entre 7.000 y 7.600 millones de euros, mientras que prevé alcanzar un beneficio subyacente de entre 1.400 y 1.800 millones de euros.

«Al cumplirse los nueve meses, ambas cifras estuvieron en línea con las expectativas y, de este modo, muy por debajo de las respectivas cifras del año precedente», indicó la empresa.

El consejero delegado de E.ON, Johannes Teyssen, apuntó que la separación de la compañía en dos entidades operativamente independientes «está entrando en su fase final».

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