Deloitte ha advertido de incertidumbres sobre la viabilidad de Abengoa debido a sus problemas para acceder a la financiación de los mercados de deuda.
En un informe como auditor de las cuentas de la compañía del tercer trimestre, indica que los resultados negativos de las operaciones a cierre de septiembre, así como la evolución negativa de la cotización en el trimestre tanto de las acciones de Abengoa como de Abengoa Yield, unido a los problemas para acceder tanto a los mercados como a las renovaciones de algunas líneas de circulante «son indicadores de la existencia de una incertidumbre que puede generar dudas significativas sobre la capacidad de la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento».
No obstante, recuerda que, con posterioridad al tercer trimestre, Abengoa aprobó una ampliación de capital por 650 millones de euros, así como un plan de desinversiones hasta el 31 de diciembre de 2016, y que, el 8 de noviembre, alcanzó un acuerdo con la sociedad Gonvarri Corporación Financiera (Gestamp) para su entrada en el accionariado mediante una inyección de 250 millones de euros y la posterior suscripción de parte de la ampliación por 400 millones de euros, con lo que podría alcanzar el 28% de los derechos de voto.
A este respecto, el auditor señala que los administradores consideran estas medidas «suficientes para mantener la viabilidad de la operaciones, por lo que han preparado los estados financieros intermedios sobre la base del principio de empresa en funcionamiento».
Abengoa registró unas pérdidas de 194 millones de euros durante los nueve primeros meses del año debido, principalmente, al saneamiento del valor de la participación que ostenta en su participada Abengoa Yield.
La firma andaluza precisó que este saneamiento es consecuencia de la disminución del valor de cotización de la filial estadounidense a 30 de septiembre de este año.
El beneficio neto proforma, excluyendo el impacto contable de 198 millones de euros por esta puesta a valor de mercado de la inversión en su participada, ascendería a 4 millones de euros.
Las ventas del grupo en el periodo de enero a septiembre alcanzaron los 4.872,5 millones de euros, un 3,8% menos que los 5.065,3 millones de euros de hace un año.
A 30 de septiembre, la cartera del negocio de ingeniería y construcción se situó en 8.786 millones de euros, similar a la cartera de finales del trimestre anterior.
REDUCCION DE LA DEUDA BRUTA EN 900 MILLONES EN EL TRIMESTRE.
En el tercer trimestre, Abengoa redujo la deuda bruta consolidada en 1.371 millones de euros respecto al 31 de diciembre de 2014, y en unos 900 millones de euros en comparación con el pasado 30 de junio.
Así, el ratio de deuda neta consolidada con respecto al Ebitda consolidado (ratio de apalancamiento consolidado) a 30 de septiembre se mantuvo estable en 4,5 veces; mientras que el ratio de deuda neta corporativa con respecto al Ebitda corporativo (ratio de apalancamiento corporativo) fue de 3,3 veces.
«CAMINO HACIA UNA SITUACION SOSTENIBLE EN EL FUTURO».
El consejero delegado de Abengoa, Santiago Seage, señaló que, dentro de un contexto financiero complejo, los negocios de Abengoa en el periodo «muestran fortalezas».
Así, destacó el activo de una cartera de ingeniería y construcción «récord» cercano a los 8.800 millones de euros y el «fuerte comportamiento» en América, que representan el 64% de las ventas.
«Nuestro plan de actuación, que incluye el acuerdo marco con Gonvarri, fija el camino hacia una situación sostenible en el futuro», añadió Seage.
Por áreas geográficas, América del Sur y del Norte representan un 35% y un 29%, respectivamente, de las ventas en el periodo, mientras que España supone en 14%, el resto de Europa el 11%, Africa el 8% y Oriente Medio y Asia el 3%.