Standard & Poor’s (S&P) advierte del fuerte pasivo por valor de 100.000 millones de euros que ocho eléctricas europeas, ninguna de ellas española, deben afrontar para responder a los costes de desmantelamiento de centrales nucleares o relacionados con los residuos de estas plantas.
En una nota, la agencia advierte de que las provisiones a las que deben hacer frente estas compañías para hacer frente a estas dos actividades durante los próximos veinte años pueden tener efectos negativos sobre los ‘rating’ de las corporaciones.
Las ocho eléctricas que acumulan a cierre de 2014 este pasivo son las francesas EDF y Engie, las alemanas E.ON, EnBw y RWE, la sueca Vattenfall, la finlandesa Fortum y la checa CEZ.
«Dado la tensión sobre los rating de las eléctricas europeas con fuerte exposición a la nuclear, y que estas empresas generalmente operan con un apalancamiento financiera altamente ajustado, cualquier cambio en la valoración de sus provisiones puede afectar a sus parámetros crediticios y a su liquidez», indican los analistas de la agencia.
S&P indica que el valor de las provisiones nucleares son más difíciles de calcular que el de otras obligaciones crediticias. Además, resulta difícil establecer criterios homogéneos de comparación entre competidores, ya que los métodos contables no están estandarizados.