El mes de septiembre logró superar la producción conjunta de Qatar, Ecuador y Libia
Una de las principales vías de financiación del Estado Islámico -ISIS, por sus siglas en inglés- consiste en la producción y venta de oro negro. Las estimaciones son muchas y variadas pero, según fuentes del mercado, si se tienen en cuenta los datos de producción de crudo en Siria e Iraq previos al inicio del conflicto y los que manejan ahora, sin olvidar que se trata de un crudo que no ha desaparecido de la oferta mundial, la organización puede estar produciendo entre 1,5 y 2 millones de barriles diarios.
Como explica Víctor Blanco Moro en ‘El Economista’ este 17 de noviembre de 2015, una cantidad que la situaría en el noveno puesto de producción de petróleo de la Organización de Países Productores de Petróleo -OPEP-.
Desde elEconomista se publicó el 13 de julio de 2014 cómo el precio del petróleo americano tocó aquel día máximos de 9 meses, en los 106 dólares, impulsado por la inestabilidad política en Iraq: según explicaba Bloomberg, un grupo de rebeldes que se hacía llamar Ejército Islámico en Iraq y el Levante había tomado la ciudad petrolera de Kirkuk, donde se encontraba la segunda reserva de crudo más grande del país. Hoy, la organización terrorista ha cambiado de nombre y ya controla todos los yacimientos de Siria.
Según publicó a principios del pasado mes de septiembre el grupo estadounidense CBS, el Estado Islámico capturó el último yacimiento petrolífero en manos del gobierno sirio: Yezl, al noroeste de Palmira y próximo a una región que contiene los principales campos de extracción de gas del país.
Un importante productor
Javier Santacruz, economista investigador de la Universidad de Essex explica sobre la capacidad de producción de la organización que «algunas fuentes hablan de un nivel de generación de petróleo de 1,5 millones de barriles al día, mientras otras llegan a alcanzar los 2 millones de barriles».
El experto explica que «el cálculo es sencillo: si tienes en cuenta cuánto crudo producían Siria e Iraq antes del conflicto y cuánto producen ahora, la diferencia alcanza estos niveles.
Considerando que se trata de una oferta que no ha desaparecido del mercado la probabilidad de que esté en manos del Estado Islámico es grande. Sólo ha cambiado de manos».
De ser así, el Estado Islámico estaría produciendo una cantidad de crudo que le colocaría entre los 9 mayores productores de toda la OPEP, teniendo en cuenta los datos que publicó la Organización para el mes de septiembre, consiguiendo superar la producción conjunta de Qatar, Ecuador y Libia.
El analista descarta que se haya perdido una gran parte de la producción por la destrucción de los yacimientos, ya que «por parte de occidente no ha habido -hasta ahora- ataques a las instalaciones de Siria e Iraq y los que han llevado a cabo Turquía y las fuerzas iraquíes no han sido muy significativos».
Tras los atentados de este fin de semana en París y Libia, el diario The New York Times destaca que Estados Unidos ha bombardeado por primera vez camiones cisterna que transportan petróleo para el Estado Islámico, destruyendo 116 vehículos en la región de Deir al Zur, en territorio sirio, cerca de la frontera con Iraq.
Combustible para el terror
Mientras al-Qaeda se financiaba principalmente a base de donaciones, las finanzas del Estado Islámico se basan en la producción de petróleo. Según explicaba Financial Times el pasado mes de octubre, la operación de venta de petróleo que maneja el Estado Islámico no es muy diferente al funcionamiento de una gran compañía estatal.
Según ciudadanos sirios que accedieron a hablar con el diario, los terroristas contratan expertos en el sector, ingenieros, trabajadores cualificados… ofreciendo salarios competitivos acordes con la experiencia de cada trabajador. Los traders aparcan sus camiones en largas colas, a la espera de llenar sus tanques, y compran el crudo en torno a 25 y 30 dólares, para después venderlo a refinerías o intermediarios a precio de mercado.
Fuentes del mercado sospechan que entre los compradores de petróleo a la organización terrorista pueden encontrarse algunas multinacionales estadounidenses que operan en la región.