El grupo industrial alemán Thyssenkrupp obtuvo un beneficio neto atribuido de 309 millones de euros al cierre de su año fiscal, lo que representa una mejora del 45,7% con respecto al ejercicio precedente, informó la compañía.
La cifra de pedidos recibidos alcanzó un total de 41.318 millones de euros, en línea con el dato del año anterior, mientras las ventas netas sumaron 42.778 millones de euros, un 3,8% por encima que un año antes. El resultado bruto de explotación (Ebitda) de Thyssenkrupp alcanzó los 2.445 millones de euros, un 4,9% más, mientras que la deuda financiera neta del grupo bajó un 7,1%, hasta 3.414 millones. Asimismo, Thyssenkrupp anunció que, en vista del beneficio neto y las expectatativas de mejoras, los consejos ejecutivo y de supervisión propondrán el pago de un dividendo de 0,15 euros por acción, frente a los 0,11 euros del año anterior. En el presente ejercicio fiscal, la compañía alemana espera realizar nuevos progresos en su plan estratégico, aunque advirtió de que «las crecientes incertidumbres económicas y la alta presión sobre las importaciones en los mercados de materiales, sobre todo de Asia, son causa de preocupación».
