El presidente de BBVA, Francisco González, ha afirmado que la tecnología «va a impulsar una enorme mejora» de la productividad y la eficiencia en la banca, «en la misma medida que ya ha sucedido en otras industrias digitalizadas», algo que «está pasando ya y a partir de ahora se va a acelerar».
«Durante 2014, las compañías de Fintech atrajeron una inversión superior a los 12.000 millones de dólares. En el primer semestre de 2015, se han superado ya los 13.000 millones», ha explicado González en la Strategy Research Conference de la Harvard Business School, en la que han intervenido también altos ejecutivos de empresas como PepsiCo y Mozilla.
En su opinión, muchos de estos nuevos competidores, como Amazon, Google o Apple, siguen apoyándose en los bancos convencionales y manteniéndose al margen del sistema bancario, en gran medida por la regulación existente. Ante este panorama, el presidente de BBVA se ha mostrado convencido de que la ventana de oportunidad que se abre hoy para los bancos «se va a cerrar muy pronto» y que el cambio que estos necesitan «es un largo y complejo proceso que incluye no solo la transformación tecnológica sino también un profundo cambio cultural y organizativo».
De acuerdo con González, esta transformación debe orientarse a conseguir que las compañías financieras maximicen su ventaja competitiva más importante: los datos. «Los bancos deben convertirse en organizaciones impulsadas por los datos y ofrecer una banca basada en el conocimiento: nuevos y mejores productos y servicios basados en la información y adaptados a las necesidades y expectativas de cada cliente», ha explicado.
Para ello, la entidad ha creado la compañía BBVA Data & Analytics y ha incorporado a su plantilla a personas especializadas en este campo. «Nuestros equipos de Big Data en España y Estados Unidos están ya trabajando en áreas como analítica de clientes, procesos, riesgo y fraude y nuevos productos digitales», ha señalado González.
«Estamos presenciando el nacimiento de la tecnología del ‘Big Data’, el internet de las cosas está despegando y la inteligencia artificial se encuentra todavía en la infancia. Competimos, por tanto, en una carrera que no tiene línea de meta ni recorrido prefijado. Ni siquiera un conjunto de reglas para guiarnos en nuestros esfuerzos», ha concluido.