El Gobierno Rajoy parece más preocupado por las elecciones del 20-D que por las advertencias de Bruselas
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El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, cree que cumplir el objetivo de déficit de 2015, situado en el 4,2% del PIB, es alcanzable, aunque no ha dado por seguro su cumplimiento debido a las desviaciones de las comunidades autónomas y la Seguridad Social.
En este contexto, algunos se extrañaron de la merma recaudatoria que podía suponer la última rebaja del IRPF pero el ministro parece más preocupado por las elecciones del 20-D que por las advertencias de Bruselas.
De momento, las rebajas de impuestos aplicadas en 2015 por el Gobierno le han costado 5.551 millones de euros a las arcas públicas en los diez primeros meses del año, según los datos de la Agencia Tributaria.
Explica Inés Calderón en ‘El Economista’ este 26 de noviembre de 2015 que, de esta forma, a final de año, supondrán una merma de ingresos para el Estado de unos 6.000 millones de euros al año.
Esta desviación se debe a dos motivos: en primer lugar, a una evolución peor de la esperada del Impuesto de Sociedades, que apenas ha recaudado 17.000 millones de los 23.500 previstos, y de los tributos especiales, que han ingresado sólo 6.200 millones de los más de 8.000 esperados.
Los cambios normativos de 2015
En segundo lugar, las rebajas aplicadas al resto de los tributos. Según la Agencia Tributaria, las dos bajadas del IRPF de este año han costado al erario público casi 4.000 millones de euros (3.878 millones en los diez primeros meses del año), mientras que los cambios en el IVA de las importaciones han supuesto una pérdida recaudatoria de 1.139 millones de euros, mitigada en parte por el alza del impuesto a algunos productos. También Sociedades sufre las modificaciones normativas de los años anteriores suponen una caída de ingresos de 1.549 millones de euros.
Lo curioso del caso es que el Gobierno decidió acometer la segunda rebaja del IRPF a partir del 1 de julio aún sabiendo que probablemente se incumplirían sus previsiones de ingresos. Incluso ahora, Montoro cree que el objetivo de déficit de las Administraciones Públicas en 2015, del 4,2% del PIB, es ‘alcanzable’ pero no da por seguro su cumplimiento. Las rebajas fiscales dificultarán que el Estado pueda compensar la desviación que se espera en otras administraciones.
Si todo el mundo da por seguro el cumplimiento del tope de déficit por parte de la Administración Central, nadie confía en lo propio en el caso de las comunidades autónomas.
En los nueve primeros meses del año apenas han recortado una décima respecto al déficit del año pasado y ya superan el 1% del PIB cuando su objetivo es del 0,7%. La Seguridad Social, que debía repetir las cifras del año pasado, también ha empeorado sus cuentas y registra un déficit del 0,26% del PIB en septiembre, frente al equilibrio presupuestario de un año antes.
