Iure Abogados considera que la opción «menos deseada» para Abengoa, que presentó la pasada semana preconcurso de acreedores, serían la irrupción de un liquidador.
En un comunicado, el despacho señala que Abengoa podría superar su actual situación de preconcurso de abogados «con un eficaz plan de viabilidad y una adecuada refinanciación de deuda». El socio director de Iure Abogados, Carlos Pavón, destaca que una de las vías de solución para el grupo se basa en que las entidades financieras, con las que ostenta la mayor parte de su deuda, aprueben «fuertes quitas» o que pasen a formar parte del capital social mediante una capitalización de deuda, «como ya ha pasado en el concurso de acreedores de Pescanova, donde la banca ha pasado a ser el principal accionista con un 77% del accionariado». El despacho subraya que otra solución sería encontrar un nuevo socio dispuesto a inyectar el capital suficiente para que Abengoa pueda salir de la situación, mediante una inyección de dinero a través de una ampliación de capital, la consiguiente reestructuración de deuda y una propuesta anticipada de convenio. Otras opciones, además de la llegada de un liquidador, serían la llegada de capital pero sin reestructuración, y la compra de alguna filial, según el despacho. «Si no se llegara a acuerdos suficientes, Abengoa debería solicitar, al término de los cuatro meses, el concurso voluntario de acreedores. En este caso, cabría reintentar un acuerdo con los acreedores, aunque ya dentro del marco del procedimiento concursal, que de no alcanzarse dirigiría a la compañía a la fase de liquidación», señaló el socio de Iure Abogados. Respecto a los proveedores, con los que Abengoa tiene una deuda que ascendía a septiembre a más de 4.100 millones de euros, el despacho considera que tiene establecido un mecanismo de pago tipo ‘confirming’, por el cual la entidad bancaria paga al proveedor y posteriormente reclama el cobro a la compañía, «por lo que nuevamente es la banca la que ha de ser parte de la solución para la compañía», añade.
