El Ministerio de Industria Energía y Turismo ha autorizado a Endesa el cierre del grupo 2 de la central térmica de Compostilla (Cubillos del Sil, León), que tiene una potencia de 148 megavatios (MW) y es el más antiguo de los cuatro que conforman actualmente la central.
En una resolución publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), Industria señala que el cierre deberá realizarse en el plazo de tres meses contados a partir de esta publicación. Así, en el periodo máximo de tres meses el grupo de la central térmica quedará declarado indisponible y, en su caso, Endesa perderá cualquier derecho de cobro por el servicio de disponibilidad de potencia de los pagos por capacidad. Además, Endesa contará con un periodo máximo de cuatro años para proceder al desmantelamiento parcial del grupo 2 de la central térmica de Compostilla. Si el grupo energético no hubiera procedido al cierre del grupo en el plazo establecido de tres meses se producirá la caducidad de la autorización. INFORME FAVORABLE DE LA CNMC. El pasado mes de septiembre, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ya había informado favorablemente acerca de la solicitud de cierre del grupo. Este grupo es el más antiguo de los cuatro que conforman actualmente la central, cuya potencia total asciende a 1.199 MW. Su puesta en servicio se produjo en 1965 y quema una mezcla de hulla y antracita de origen tanto nacional como de importación. De completarse el proceso de cierre, Compostilla habrá pasado de tener cinco grupos en origen a solo tres, ya que el grupo uno ya recibió en 2005 su autorización de cierre. Aparte de los 148 MW de este grupo dos, el complejo cuenta con un grupo tres acoplado en 1972 con 337 MW, de un grupo cuatro de 1981 con 358 MW y de un grupo cinco de 1985 de 355 MW. Endesa había solicitado la autorización de cierre del grupo dos a las autoridades de Castilla y León el pasado 25 de febrero, así como al Ministerio de Industria el 10 de marzo. El pasado mes de septiembre, Endesa tomó la decisión de incluir a Compostilla en el Plan Nacional Transitorio, lo que significa que esta central renuncia a acogerse al conocido como plan de las 17.500 horas, por el que se restringe el funcionamiento de la central con vistas a su cierre antes de finales de 2023. Las centrales incluidas en el Plan Transitorio disponen de margen para decidir si invierten en su modernización medioambiental para poder funcionar conforme a la regulación comunitaria o si, por el contrario, no lo hacen, supuesto que les obligaría a cerrar en 2020.
