Comisiones Obreras ha anunciado que «mantendrá la presión» para «revertir las causas» del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Tragsa después de que la empresa diera por finalizada su aplicación y ha apuntado que espera una «solución satisfactoria» a esta situación.
«El sindicato mantendrá la presión para revertir las causas del ERE y mantendrá la exigencia de abrir cuanto antes una mesa de diálogo entre la dirección de la empresa y los representantes de los trabajadores para encontrar una solución satisfactoria ante este conflicto», ha informado el sindicato en un comunicado. La organización sindical ha indicado que hasta que finalice este proceso «siguen activas las movilizaciones» con el objetivo de «revertir la situación e iniciar una negociación» para poner solución a «los verdaderos problemas del grupo». El ERE ha afectado finalmente a 555 personas, el 5% de la plantilla total (integrada por 10.800 trabajadores), lo que representa una reducción del 58% sobre los 1.336 despidos autorizados por la sentencia del Tribunal Supremo. El sindicato considera que la decisión tomada por la empresa «evidencia una vez más la eficacia» de las medidas adoptadas por el conjunto de los trabajadores a través de los paros, las huelgas y las movilizaciones, así como de los contactos con los grupos parlamentarios iniciados por las secciones sindicales de CCOO en la Empresa. CCOO afirma que el grupo ha decidido paralizar el ERE al día siguiente de que se registrara en el Congreso de los Diputados una Proposición no de Ley por parte del Grupo Socialista a debatir en Pleno y de la reunión que se mantuvo «a petición de CCOO» en la que estuvieron presentes representantes del sindicato. En esta reunión, la organización sindical expuso la necesidad de paralizar el ERE, de readmitir a los trabajadores y de volver a llevar a la mesa de negociación el plan de viabilidad que permita la estabilidad en el empleo así como la viabilidad de la empresa, ha informado CCOO.
