La operadora de móvil virtual (OMV) Pepephone busca un «hermano mayor» que le ayude a financiar sus proyectos de expansión y mantiene conversaciones «avanzadas» con el fondo de inversión ProA Capital en este sentido, aunque aún está lejos de llegar un acuerdo, dado que los accionistas no quieren ceder el control de la empresa.
Fuentes de la operadora explicaron a Europa Press que este 2016 quieren iniciar su entrada en América Latina y en otros negocios, por lo que, aunque es una empresa «muy rentable», necesitan un «hermano mayor» que les ayude a «jugar en la liga de los grandes». Con este punto de mira, confirman que mantienen conversaciones «avanzadas» con el fondo de inversión ProA Capital, tal y como adelanta ‘El Confidencial’, pero añaden que el acuerdo aún está «lejos», debido a que los actuales accionistas de Pepephone, Javier Hidalgo y Rosauro Varo, no quieren ceder el control de la empresa. «Es cierto que se ha avanzado, pero se está lejos de un acuerdo, porque las condiciones que ponen los accionistas, no las económicas, sino las de gestión, son complicadas», afirman las fuentes. En sentido, explican que el objetivo del operador virtual es que un fondo entre en su accionariado para aportar financiación a sus proyectos, pero reconoce que es «complicado» llegar a un acuerdo, ya que todos quieren una participación de al menos el 51%. La intención de JHG Investment, sociedad de Hidalgo, y Grupo Atento de Inversiones, empresa de Varo, es que la empresa mantenga su actual modelo de principios, «que funciona y es rentable», así como su independencia. Por este motivo, queda descartado en estos momentos negociar con otro operador de telecomunicaciones la venta de la compañía, una alternativa que sería mucho más sencilla que la que se plantean actualmente. De hecho, remarcan que durante los últimos siete años la empresa ha rechazado varias ofertas de compra. Asimismo, las fuentes subrayan que Pepephone es una empresa «muy rentable», ya que no tiene deuda y cerró 2015 con un beneficio aproximado de 14 millones de euros, la mitad de lo que se gastan los grandes operadores españoles en publicidad, con sólo 20 empleados.
