Economía-Altadis condiciona el retraso del cierre de La Rioja a que la producción sea como mínimo un 70% de lo previsto

Altadis ha condicionado el retraso del cierre de la planta de La Rioja hasta el próximo 31 de diciembre a que la producción sea, como mínimo, un 70% de lo consignado en los planes de producción, según ha informado este vienes la tabaquera.

De esta forma, la compañía y los sindicatos avanzan en la negociación para el cierre de la fábrica riojana, prevista inicialmente para el próximo 30 de junio.

En caso de no alcanzarse ese porcentaje del 70%, Altadis avisa de que la fecha de cierre volvería a ser la planteada en un principio o lo más cercana en el tiempo si esa fecha se hubiera superado.

Igualmente, las partes negociadoras han acordado que todos aquellos empleados que encuentren un puesto de trabajo en otra empresa y quieran dejar de prestar sus servicios en Altadis, lo hagan por el tiempo que deseen, pudiendo pedir la reincorporación en la fábrica mientras ésta siga operativa y estando la empresa obligada a aceptar su reincorporación inmediata.

Asimismo, de culminar con acuerdo las condiciones que pudieran pactarse en el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que pretende tramitar la empresa, éstas serían aplicables por igual a ese colectivo de trabajadores.

Tras el resultado de la última reunión, Altadis considera que se ha dado un paso importante en el proceso de negociación y confía que esta positiva voluntad negociadora permita alcanzar el mejor acuerdo posible para todas las partes en el resto de aspectos pendientes.

El pasado 19 de enero, Altadis anunció el cese de la actividad de la fábrica de cigarrillos rubios y negros de La Rioja el próximo 30 de junio de este año tras poner en marcha un plan de reestructuración que afectará inicialmente a 471 empleados.

Dicho plan, que afectará al 46% del total de la plantilla de Altadis, integrada por 1.021 empleados, se aplicará en las áreas de Finanzas y Ventas y de Producción.

El objetivo del plan, que ha sido anunciado este martes a los representantes de los trabajadores, es evitar la pérdida de eficiencia y competitividad de la compañía ante la compleja situación que atraviesa el mercado del tabaco en España y en otros mercados. En España, concretamente, ha sufrido una caída de ventas en volúmenes de cigarrillos de más del 45% en los cinco últimos años.

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