La consellera balear de Hacienda y Administraciones Públicas, Catalina Cladera, ha recibido con satisfacción el anuncio de la flexibilización del límite de déficit para las CCAA en 2016, si bien ha dicho que «llega tarde» y demuestra «que los límites anteriores no se podían cumplir, como hemos dicho repetidamente».
Así se ha pronunciado Cladera tras conocer el anuncio del Ministerio de Presidencia del Gobierno central, que supone que el límite de déficit de Baleares para 2016 vaya a pasar a ser del 0,7% PIB, el mismo que el que se ha exigido en 2015, cuatro décimas superior al límite anterior. Cladera ha afirmado que finalmente el Estado ha tenido que adoptar las medidas de flexibilización de déficit que las CCAA pedían «desde el mes de julio» en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. «Las CCAA ya decíamos que los objetivos de déficit no eran reales», ha añadido. La consellera ha opinado que elevar el techo de déficit de Baleares hasta el 0,7% del PIB para este año «da más margen de cumplimiento, puesto que como la AIReF nos comunicó -en su último informe sobre ejecución y presupuestos de las CCAA- nuestro margen de cumplimiento de déficit por 2016 ya estaba entre el 0,4% y el 0,7% PIB». No obstante, ha incidido en que esta medida de flexibilización «llega tarde» y «demuestra que las CCAA teníamos razón» con las denuncias de la «injusticia» del reparto vertical del déficit que ha provocado que el Estado se haya reservado un mayor margen que las CCAA, en el cumplimiento de las medidas de estabilidad y de consolidación fiscal impuestas por la Comisión Europea. Además, ha lamentado que mientras el Estado se ha negado a rebajar los límites de déficit, «los ciudadanos han visto comprometida su calidad de vida». Cladera ha hecho hincapié en el «papel reivindicativo de las Comunidades Autónomas» en el logro de esta flexibilización del déficit. Esto, ha opinado, demuestra que «no hacían falta las cartas ni las medidas coercitivas del ministro Montoro, ni la criminalización que ha hecho de las comunidades» ya que, según la consellera, «las CCAA no hemos incumplido nuestros límites por capricho, sino porque los objetivos marcados por el Estado han sido imposibles de lograr».
