Muga descarta abrir su accionariado a nuevos socios y se mantiene atento a la compra de bodegas

Bodegas Muga continúa con su apuesta por la consolidación del crecimiento, con la mirada puesta en la compra de bodegas de la Denominación de Origen de Rioja o de otra y en la inversión de más viñedo propio, al tiempo que descarta abrir su accionariado a nuevos socios tras la salida de Mapfre, con el objetivo de que siga en manos de la familia Muga.

Así lo ha asegurado el vicepresidente de la firma, Manuel Muga, quien ha subrayado que la intención de la bodega, con unas 300 héctareas de viñedo en Haro (La Rioja), es comprar más viñedo propio en La Rioja con el fin de elevar desde el 60% actual al 80% el porcentaje de uva propia para eleborar sus vinos, sin descartar además inversiones logísticas o incluso adquirir nuevas bodegas.

«Comprar otra bodega en Rioja o en otro sitio está encima de la mesa siempre, pero de momento no ha surgido nada como para invertir», ha subrayado el vicepresidente de la compañía, quien ha reconocido además haber recibido ofertas de compra, dejando claro que no está en venta, ni tampoco abierta a nuevos accionistas. «Hemos tenido propuestas para vender la bodega, pero la tenemos mucho cariño y preferimos mantenerla familiar», ha afirmado.

En concreto, Bodegas Muga posee 250 hectáreas de viñedos propios y controla 150 hectáreas más procedentes de agricultores fijos. Las variedades que cultiva son: tempranillo (la esencia de los tintos riojanos), garnacha, mazuelo y graciano, y viura y malvasía para los blancos. Del total de su producción, la mayor parte, un 82% es tinto, y el 18% restante, blanco rosado y cava.

Bodegas Muga factura anualmente entre 18 y 20 millones de euros, con una tasa de reinversión «muy alta». Además de considerar estratégica la inversión en viñedos propios de Rioja, la compañía también destina un millón de euros al año a la compra de roble procedente de Francia y Estados Unidos para la crianza de sus vinos en barricas, siendo la única bodega que no utiliza acero inoxidable.

Así, en sus cerca de 25.000 metros cuadrados todo gira alrededor del roble, con unos 200 depósitos de dicho material y 14.000 barricas fabricadas con un amplio abanico de tipos de roble: desde el francés (Allier, Tronçais o Jupilles), americano, húngaro, ruso y hasta pequeñas partidas de roble español.

La bodega realiza aproximadamente 2.000 barricas al año, un 15% del parque total.

De hecho, es una de las pocas bodegas españolas que dispone de tres toneleros y un cubero, encargados de trabjar la madera que finalmente dará ese sabor «único y especial» a sus vinos.

PRESENTE EN MAS DE 60 PAISES.

Bodegas Muga, presente en más de 60 países, destina la mitad de su producción al mercado nacional y la otra mitad a la exportación, siendo sus principales mercados Estados Unidos, Inglaterra, Canadá, México y países escandinavos como Dinamarca, Suecia y Noruega.

Además, y de manera creciente, Muga se está adentrando en países asiáticos: Taiwán, China, Hong Kong, Tailandia, Singapur, Malasia, Corea y Japón.

«Es verdad que hay un porcentaje muy alto que lo acaparan diez países, pero nos interersa diversificar y estar presente en distintos países por negocio e imagen», ha afirmado Muga.

Una de sus apuestas es el mercado chino, donde ya está presente desde 1997, y que, según el vicepresidente de Muga, «no es fácil», aunque es un mercado que empiza a tener mas cultura de vino y al que le gusta la «gran calidad» de los vinos españoles y su prestigio.

Dentro del desarrollo del enoturismo, la bodega se ha convertido en parada obligatoria en Haro (La Rioja), con la visita de entre 25.000 y 30.000 personas al año, lo que les convierte en «embajadores» de sus vinos, aunque descarta la apertura de un hotel.

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