Todos los grupos de las Cortes apoyan la petición a Lactalis de prórroga del plazo para la venta de Lauki

Los cinco grupos políticos representados en las Cortes de Castilla y León han suscrito este martes una declaración institucional en la que se reclama al grupo francés Lactalis que prorrogue el plazo dado para una posible venta de la factoría de Lauki en Valladolid, el cual concluye el próximo día 30, con el fin de que se pueda concretar una negociación que mantenga la actividad industrial en la planta.

Los portavoces de los grupos Socialista, Luis Tudanca; Podemos, Pablo Fernández; Ciudadanos, Luis Fuentes; el viceportavoz del PP, Juan José Sanz Vitorio, y el procurador de IU-Equo, José Sarrión, en representación del Grupo Mixto, han firmado este martes en las Cortes la declaración a favor de la posible venta de la factoría de Lauki, en un acto en el que han estado presentes representantes sindicales como el secretario de Industria Agroalimentaria de CC.OO. en Castilla y León, José Manuel Ramos y el secretario de Acción Sindical de UGT CyL, Raúl Santa Eufemia.

En el documento se insta a la multinacional gala a que reconsidere su decisión de cerrar la fábrica vallisoletana y que se avenga a acordar con la representación sindical una prórroga del plazo establecido en el acuerdo firmado hace unos meses que fijaba el 30 de septiembre como límite para la venta de la planta a otra empresa, en línea de lo tratado este lunes en la reunión de la Fundación Anclaje.

El representante de CC.OO. ha manifestado la esperanza de que se pueda prorrogar el periodo de conversaciones con posibles inversores para la venta más allá del día 30 de septiembre, porque considera que en estos diez días que quedan para el final del plazo vigente «no hay tiempo para que fructifiquen las negociaciones».

Por su parte, José Manuel Ramos ha recordado que a finales de mayo se alcanzó un compromiso entre Lactalis y la representación de los trabajadores para trabajar por la venta de la fábrica vallisoletana y que considera que ha sido cumplido por la parte social, que incluso ha planteado un proyecto alternativo para la planta el cual permitiría mantener la actividad e incluso duplicar la plantilla en el medio plazo.

Sin embargo, ha lamentado Ramos, el Grupo Lactalis ha «defraudado» e incluso «engañado» a los trabajadores y sus representantes. Por ello, reclaman esta prolongación del plazo, con el fin de demostrar que el compromiso de buscar un comprador era «real» por parte de la multinacional.

En todo caso, los sindicatos se niegan a permitir que el día 30 de septiembre Lactalis «eche el candado» a la fábrica de Lauki y por el solar «correteen las lagartijas y los topillos», como ha enfatizado Santa Eufemia, que ha añadido que los sindicatos tampoco apoyarán que a partir de la citada fecha el grupo francés pueda vender sólo los terrenos, pues lo que persiguen es un acuerdo «total» que permita mantener la actividad por parte de otra empresa compradora.

Santa Eufemia se ha referido también al posible inicio de una vía judicial que, por la parte de los sindicatos, sólo se centraría en una hipotética venta de los terrenos y no en el acuerdo social que se alcanzó con el Grupo Lactalis el pasado mes de mayo y que se hará efectivo si el día 30 no se ha concretado una venta.

El citado acuerdo incluye una serie de condiciones pactadas con la plantilla en materia de recolocaciones, indemnizaciones y jubilaciones–a las primeras se han acogido 54 empleados y a las segundas otros 19–, que como ha recordado Ramos los empleados tuvieron que decidir si se acogían a las mismas «desde el minuto uno», ante la primera fecha de cierre fijada en su momento para el 30 de junio.

A este respecto, Santa Eufemia ha apuntado que los sindicatos trabajarían para que, en un posible caso de que se llegue al acuerdo de venta más allá del 30 de septiembre, los trabajadores que hayan optado por el despido con indemnización o la recolocación en otras industrias del Grupo Lactalis y que se marchen inicialmente a sus nuevos puestos, pudieran regresar a la fábrica vallisoletana.

Asimismo, los representantes sindicales han querido agradecer el apoyo mostrado en todo momento por «el 100 por ciento de la sociedad» castellanoleonesa y por los grupos políticos de las Cortes, al tiempo que se han felicitado por la unión sindical en esta lucha contra un «gigante empresarial» como Lactalis.

MANIFESTACION ESTE SABADO

Igualmente, se ha emplazado a los ciudadanos a apoyar las iniciativas promovidas por el Comité de Empresa para mantener la presión sobre la multinacional y cuya próxima cita será la manifestación convocada para el próximo sábado, 24 de septiembre, en la que se marchará desde la plaza de Fuente Dorada hasta las instalaciones de Lauki en la capital vallisoletana. De hecho, los grupos políticos han reflejado su apoyo expreso a estas acciones en la declaración hoy firmada.

En este sentido, los representantes de las cinco formaciones políticas han coincidido en mostrar su apoyo a los 85 trabajadores de Lauki y en la esperanza de que finalmente se pueda lograr una venta de la fábrica que permita mantener la actividad empresarial en una Comunidad que, como ha advertido Luis Fuentes, no está «precisamente sobrada» de industria.

También se ha coincidido en señalar a Lactalis como «culpable» de esta situación y en la necesidad, expresada por el viceportavoz ‘popular’ Sanz Vitorio de «mantener la presión» sobre la multinacional.

No obstante, las diferencias comienzan por las posibles acciones a tomar, pues mientras el procurador de IU-Equo José Sarrión ha abogado por un «boicot profundo y radical» a los productos del Grupo Lactalis, Sanz Vitorio ha reclamado «ser serios».

Asimismo, los representantes de los grupos de la oposición han puesto también su parte de responsabilidad en la Junta de Castilla y León y en el sistema económico capitalista. De esta manera, el socialista Luis Tudanca ha recordado que el Gobierno autonómico tiene «todas las armas a su disposición» para que la actividad se mantenga en la planta de Lauki, mientras que el portavoz de Ciudadanos ha lamentado que «quizás la Junta no preveía» que se fuera a llegar a una situación tan inminente de cierre.

Mientras tanto, José Sarrión ha reclamado una «reflexión profunda» de la sociedad sobre el modelo «neoliberal» en lo económico que, a su juicio, permite que las naciones estén sometidas a una «dictadura del mercado» y que las empresas gocen de una «inmensa libertad» que debería «ser coartada por las instituciones políticas».

Por su parte, Pablo Fernández ha recordado que si se ha llegado a la situación actual en Lauki ha sido «por obra y gracia» de las reformas laborales aplicadas por el PSOE en 2010 y por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2012.

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