Los precios de la gasolina y de gasóleo han cerrado septiembre sin apenas variación, tras las subidas registradas a lo largo del mes de agosto, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE) recogidos por Europa Press.
En concreto, el litro de gasolina se ha abaratado apenas 0,1 céntimos esta semana, o un 0,08%, y ha cerrado el mes en 1,156 euros, el mismo precio que al inicio de septiembre. Si en agosto llegó a subir hasta un 3%, en septiembre ha oscilado en una pequeña franja, entre los 1,158 y los 1,154 euros. Este combustible cuesta en la actualidad un 2,12% más que en enero, así como un 2,8% menos que el máximo del año, registrado a comienzos de junio. Su precio actual es un 1,5% inferior al marcado en la misma semana del año anterior. En cuanto al gasóleo, se ha mantenido esta semana sin cambios, en 1,028 euros, con lo que cierra el mes con una leve subida, del 0,4%. En agosto llegó a encarecerse hasta un 4%. El precio actual de este carburante, consumido por cerca del 70% del parque auto, es un 6,8% superior al de enero, si bien cuesta un 4,1% menos que en la misma semana del ejercicio anterior. El barril de Brent, de referencia en Europa, se cambia en la actualidad por 48,2 dólares, cerca de un dólar más que hace una semana, mientras que el Texas ‘sweet light’, de referencia en Estados Unidos, marca un precio de 46,7 dólares, un dólar más. Con los precios actuales, el llenado de un vehículo con un depósito medio de 55 litros de gasolina cuesta en la actualidad 63,5 euros. En el caso del gasóleo, el llenado del depósito asciende actualmente a 56,5 euros. PRECIOS EN LA UE. Los carburantes son más baratos en España que en la media de la UE y la zona euro, donde el precio de venta al público del litro de gasolina se sitúa en 1,291 euros y en 1,331 euros, respectivamente. Por su parte, el litro de gasóleo cuesta 1,135 euros de media en la UE y 1,123 euros en la eurozona. El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal en general.
