Las grandes empresas no estarán en la agenda de May en su primera visita mañana a España tras el ‘Brexit’

Las grandes corporaciones españolas con intereses en Reino Unido quedarán fuera de la agenda de la primera ministra británica, Theresa May, en su visita de mañana a España, que se limitará a un almuerzo con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y que no incluirá contactos con las empresas, a pesar del interés de los inversores por disponer de información de primera mano acerca del nuevo entorno creado con el ‘Brexit’.

En su primera visita a Madrid desde el referéndum sobre la salida de Reino Unido de la UE y su llegada al cargo, May tiene programado un almuerzo con Rajoy, a las 12.30 horas, en el que ambos mandatarios tendrán ocasión de intercambiar impresiones acerca de la decisión del pueblo británico. Durante la reciente reunión del G20 en China, Rajoy y May ya habían mantenido un breve encuentro.

La primera ministra británica ha defendido un discurso sobre la desconexión de Europa situado en el ámbito del llamado «‘Brexit’ duro», que implica una salida del mercado único acompañada de controles a la inmigración y que preocupa a las empresas españolas.

Sin embargo, este miércoles ha adelantado su intención de que el Parlamento británico tenga un «papel importante» en la salida del país de la Unión Europea, y ha abogado por un debate en la cámara legislativa «completo y transparente», lo que ha impulsado la cotización de la libra esterlina frente al dólar, tras cuatro jornadas de caídas.

Entre las corporaciones españolas con fuerte presencia en Reino Unido figuran Santander, Sabadell, Iberdrola, Telefónica y Ferrovial, mientras que entidades británicas como BP, Diageo, Vodafone, HSBC o BT tienen raigambre en España. Ni la Cámara de Comercio de Reino Unido en España ni la Embajada británica han programado encuentros entre empresas y autoridades con motivo de la visita.

Las empresas españolas se encuentran a la expectativa en el proceso de desconexión de Reino Unido y ya empiezan a sufrir algunos efectos sobre su actividad, entre ellos el de la fuerte devaluación de la libra experimentada la semana pasada, que penaliza sus cuentas de resultados por el efecto de la divisa.

El Santander, que en 2015 obtuvo el 30% de su beneficio en Reino Unido, y el Sabadell, propietaria de TSB, se encuentran especialmente expuestas al mercado británico. Santander UK es depositario de entre el 10% y el 20% de las cuentas corrientes británicas, mientras que TSB tiene depositadas en torno al 5%.

En el caso de Iberdrola, Reino Unido es un de sus países clave desde que 2007 comprase Scottish Power y se convirtiese en una de las principales eléctricas del país. La compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán prevé invertir 8.400 millones de euros en Reino Unido entre 2016 y 2020, fecha en la que aproximadamente el 25% de su beneficio bruto de explotación se generará en el país.

Telefónica, por su parte, se encuentra analizando una solución para su filial británica O2 que pasa por una OPV o una desinversión parcial, después de que Bruselas vetase en mayo la venta de la empresa a Hutchison en un momento marcado, precisamente, por el debate previo al referéndum sobre el Brexit.

Ferrovial es otra de las empresas más expuestas a Reino Unido, donde obtiene el 26% de su facturación. El grupo tiene en el país varios contratos de construcción y una filial de servicios que genera el 64% del negocio total de esta división. Además, es el primer accionista del aeropuerto londinense de Heathrow y participa en otros tres aeródromos regionales (Aberdeen, Glasgow y Southampton).

INCERTIDUMBRE SOBRE EL ‘SHOCK’ ECONOMICO.

Aparte de la evolución de la libra, las corporaciones españolas también se encuentran preocupadas con un posible ‘shock’ económico derivado de un «‘Brexit’ duro», en el que pudieran aumentar los impagos, la inestabilidad y los costes regulatorios, y en el que algunos acuerdos comerciales pueden quedar sometidos a incertidumbre.

Entre las actividades que también resultan afectadas por el ‘Brexit’ figura el turismo. Los británicos suponen casi una cuarta parte del total de turistas que visitan España, con un gasto de 14.057 millones de euros en 2015, lo que convierte a Reino Unido en el principal mercado para la industria turística española.

SEGUIMIENTO DEL BREXIT.

Hace apenas una semana, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, presidió una reunión de coordinación entre diferentes ministerios para hacer un seguimiento de la propuesta de salida de Reino Unido de la UE, que dará paso a las negociaciones en cuanto Theresa May invoque en marzo de 2017 el artículo 50 del Tratado de la Unión.

Al margen de las cuestiones económicas, España intentará conseguir dejar fuera de las negociaciones a Gibraltar, con el objetivo de que la relación futura que tenga el Peñón con la UE sea fruto de una negociación bilateral entre España y el Reino Unido, y no de conversaciones entre Londres y la UE.

CAPTAR INVERSIONES DE LA CITY.

A España le puede interesar además captar posibles inversiones que abandonen la City de Londres si se consuma con el ‘Brexit’ la salida de Reino Unido del mercado único europeo. En esta caza por atraer a los bancos que abandonasen la City, hay otras plazas europeas interesadas, entre ellas Francfort, París, Dublín o Milán.

La EBA y la Agencia Europea del Medicamento tienen que cambiar de sede cuando se produzca la desconexión, y España se ha postulado para albergar ambos organismos.

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