Shell obtuvo un beneficio neto de 3.034 millones de dólares (2.758,9 millones de euros) en los nueve primeros meses del año, lo que supone triplicar las ganancias registradas un año antes.
En el tercer trimestre, la compañía petrolera obtuvo un beneficio neto de 1.375 millones de dólares (1.250,2 millones de euros), frente a las pérdidas de 7.416 millones de dólares (6.743,3 millones de euros) que registró en el mismo periodo del ejercicio 2015. La producción de petróleo y gas de la compañía en el tercer trimestre fue de 3,5 millones de barriles diarios, un 25% más que en el mismo periodo de 2015, según ha informado la compañía en un comunicado. El volumen de ventas de GNL entre julio y septiembre fue de 15,23 millones de toneladas, un 54% más que en las mismas fechas del ejercicio precedente, lo que es reflejo, principalmente, del ampliado catálogo de la compañía tras la compra de BG. Por su parte, el volumen de ventas de la división de Químicos en el tercer trimestre aumentó un 3% en comparación con el mismo trimestre de 2015. La compañía registró unos «mejores beneficios» este trimestre, que reflejaron una «actuación operacional y de costes fuerte», aunque los precios del crudo continúan siendo un «reto significativo» para el negocio y la perspectiva «sigue siendo incierta», según ha explicado el consejero delegado de Shell, Ben van Beurden. «Nuestros planes de inversión y las acciones de nuestro catálogo están centradas firmemente en remodelar Shell», ha añadido Van Beurden, según quien la compañía está haciendo «buenos progresos» en su objetivo, «a pesar de las actuales condiciones desafiantes del mercado».Además, el consejo de administración de la compañía ha anunciado que distribuirá un dividendo de 0,47 dólares (0,42 euros) por acción el próximo 16 de diciembre.