La firma alemana de moda y complementos Hugo Boss obtuvo un beneficio neto atribuido de 130,2 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que representa un retroceso del 44,5% con respecto al mismo periodo de 2015, según informó la multinacional.
Las ventas de Hugo Boss entre enero y septiembre alcanzaron los 1.967,7 millones de euros, un 4,4% menos que un año antes, con un retroceso del 1% en Europa y del 13% en América, mientras en Asia Pacífico facturó un 6% menos. Los ingresos por licencias de la firma alemana aumentaron un 8% en comparación con el mismo periodo de 2015. En el tercer trimestre de 2016, Hugo Boss obtuvo un beneficio neto atribuido de 80,6 millones de euros, un 8,9% menos, mientras su cifra de negocio entre julio y septiembre sumó 703 millones, un 5,5% por debajo de la facturación alcanzada un año antes. «El tercer trimestre no ha sido fácil», comentó Mark Langer, consejero delegado de Hugo Boss, quien destacó la tendencia al alza de la firma en China, así como la celeridad en el ajuste de las estructuras de costes de la compañía ante las cambiantes condiciones del sector.«Todas las medidas que hemos adoptado para proteger la rentabilidad en el presente ejercicio van según lo planeado o incluso adelantadas», añadió Langer, subrayando que «la nueva estrategia de Hugo Boss, que será desvelada en breve trata de orientar a la compañía hacia un crecimiento sostenible».
El consejo de la firma alemana ha confirmado sus expectativas de que las ventas se mantendrán estables o caerán hasta un 3% sin tener en cuenta el cambio de moneda en el conjunto del ejercicio.
Las ventas minoristas serán impulsadas principalmente por la expansión de la red de tiendas del grupo, mientras en datos comparables de establecimientos, se prevé que las tendencias sean negativas. En el caso del negocio mayorista, la compañía prevé una contracción de las ventas de hasta el 10%.
Los ingresos se verán respaldados por ahorros de costes más elevados de lo previsto, en gran medida por la renegociación de alquileres de las tiendas operadas por la compañía, una estricta gestión de costes administrativos y el ajuste de las actividades de marketing.
De este modo, Hugo Boss espera lograr un ahorro de unos 65 millones de euros, una cifra superior en 15 millones a la presupuestada originalmente.
