Sacyr prevé seguir «aprovechando» las «oportunidades que ofrezca el mercado» para seguir optimizando la deuda de unos 1.088 millones de euros que aún tiene vinculada a su participación del 8,4% como segundo accionista de Repsol, que representa una cuarta parte (el 27%) de su deuda total.
«El objetivo es que el porcentaje en la petrolera cada vez contribuya más en positivo tanto a las cuentas del grupo como a su balance», indicó el presidente de Sacyr, Manuel Manrique, durante la presentación de resultados trimestrales del grupo. En los nueve primeros meses del año, su inversión en Repsol aportó 34 millones de euros del beneficio total de 89 millones logrado por la empresa. Además, en el último año, Sacyr ha liquidado 566 millones de la deuda asociada a su participación, que se ha reducido así en un 34%, hasta situarse en 1.088 millones. El recorte ha sido posible gracias a los recursos obtenidos con la venta de su exfilial de patrimonio Testa, parte de lo que cobra como dividendo de Repsol y el contrato de derivados sobre un 16% de sus acciones de la petrolera suscrito el pasado mes. En este sentido, la constructora destacó que este instrumento financiero, que vence en 2021, además de amortizar capital, le permite blindarse ante los descensos del precio del petróleo o caídas de la acción de Repsol por debajo de la cota del 10,7 euros por acción, al tiempo que, según asegura «se reserva el potencial de revalorización de Repsol hasta un determinado precio, muy por encima del valor en libros». A cierre de septiembre, Sacyr mantiene contabilizada su participación en la petrolera a 15,6 euros por acción, por encima de la actual cotización del grupo (cerró este jueves en Bolsa a 12,490 euros). No obstante, el valor de mercado de su 8,4% de la petrolera (1.537 millones de euros) supera el importe de la deuda asociada a este porcentaje.