Saeta Yield, filial de energías renovables de ACS, obtuvo un beneficio de 21 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone casi triplicar (+161%) el de un año antes gracias a la consolidación de las dos plantas temosolares compradas en marzo y al incremento de su producción de electricidad.
Los ingresos de la firma también participada por el fondo GIP crecieron un 22,3% entre los pasados meses de enero y septiembre, hasta los 213 millones de euros. El beneficio bruto de explotación (Ebitda) también se incrementó, un 21,2%, y sumó 151 millones. La firma de renovables también atribuye sus ganancias al hecho de contabilizar los derechos regulatorios que la empresa devenga del mecanismo de bandas de precios, como consecuencia de la caída del precio de la electricidad en el mercado mayorista. En el plano operativo, en los nueve primeros meses Saeta Yield generó 1.424 gigavatios a la hora (GWh) de electricidad, un 23,5% más que un año antes, no solo por la contribución de las plantas termosolares, sino también por un mayor recurso eólico. En concreto, de la electricidad total que generó la empresa, 829 GWh provinieron de la cartera de parques eólicos, mientras que la de termosolares aportó 595 GWh. En el capítulo financiero, al cierre del pasado mes de septiembre, Saeta presentaba un endeudamiento de 1.179 millones de euros, un 63% más que a comienzos de año, por la referida compra de las termosolares y la deuda que tienen asociada. En paralelo a la presentación de sus resultados trimestrales, Saeta aprobó el reparto de su tercer dividendo de este año, por importe de 0,1882 euros brutos por acción, que abonará el próximo 30 de noviembre.
