El pleno del Parlamento Europeo ha pedido este jueves que se aumente de 18 a 36 meses el periodo durante el que los excomisarios no pueden trabajar para el sector privado en ámbitos que han estado bajo su competencia mientras ocuparon una cartera europea en Bruselas.
Además, reclaman un papel activo en la respuesta en casos en los que se detecte un conflicto de intereses durante el mandato de un comisario, para que la Eurocámara pueda dictar recomendaciones, retirar la confianza al alto cargo comunitario y, llegado el caso, privarle de sus derechos a pensión y bonificaciones. La polémica por el fichaje del expresidente de la Comisión Europea Jose Manuel Durao Barroso por el banco de inversiones Goldman Sachs obligó al actual Ejecutivo comunitario a abrir una investigación y a plantear cambios en su código ético. Así, el jefe del Ejecutivo actual, Jean-Claude Juncker, propuso aumentar a 24 meses el periodo en que un antiguo comisario debe pasar «en la nevera» para evitar conflicto de intereses, un plazo que sería hasta de tres años en el caso del presidente de la institución. En su posición adoptada este jueves, la Eurocámara considera que debe elevarse a 3 años el tiempo de incompatibilidad también para los comisarios. «Se trata de una importante restricción ya que es durante este período cuando los excomisarios reciben prestaciones después de salir de la oficina», ha declarado el eurodiputado de Equo, Florent Marcellesi. Entre sus reivindicaciones, los eurodiputados han incluido que se garantice que las declaraciones de intereses de los comisarios reflejen con claridad «su situación financiera y las actividades de sus familiares». Y que incluyan tanto las actividades e intereses presentes, como las de los dos años anteriores.
