El Estado español ya no tiene ‘golden share’ [se reservaba la última palabra ante la venta a terceros de empresas privatizadas mediante un procedimiento al que puso fin en 2006] y por tanto no existe capacidad de veto
Telefónica encara la recta final de su ‘annus horribilis’. Quedan apenas quince días de un año 2016 muy complicado.
El fracaso de la venta de O2 y Telxius, la rebaja de la nota de su deuda y la caída en bolsa… Todos pesan como una losa.
Hoy Telefónica vale algo más de 40.000 millones de euros. Ha sido superada de nuevo por el Banco Santander en capitalización.
En este contexto, y con un nuevo proceso de consolidación en ciernes en el sector de las ‘telecos’, ¿es un caramelo para otros operadores? ¿Por qué tendría sentido una operación de compra total o parcial de la ‘teleco’?
Un informe de Funcas señala al operador presidido por José María Álvarez-Pallete como la compañía del Ibex que más posibilidades tiene de perder la españolidad. El que más riesgo sufre de tener la ‘visita’ de un extranjero tome el control.
La falta de un accionista de control, más allá del bloque formado por Caixabank y BBVA (que suman un 11,2% de las acciones), su bajo precio y su fuerte posición en Latinoamérica -territorio ambicionado por los chinos- son señalados como pesos importantes no sólo por Funcas, sino también por analistas.