El precio del gasóleo ha encadenado su segunda semana consecutiva de caídas, tras descender esta semana un 0,53%, para situarse en su nivel más bajo en lo que va de año.
Según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE) recogidos por Europa Press, el precio medio del litro de gasóleo se situó esta semana en 1,123 euros, retrocediendo así a niveles de finales de diciembre. Por su parte, el precio medio del litro de gasolina se mantuvo prácticamente estable (+0,08%) esta semana, para situarse en los 1,241 euros. Los precios de los carburantes cortaron la pasada semana la racha de seis semanas al alza que les había llevado a tocar sus máximos desde agosto de 2015 con sus incrementos desde noviembre, cuando se entró en una espiral de incrementos en el precio del barril de crudo al calor de la decisión de la OPEP de reducir su producción. A pesar de esta estabilización en los precios de los carburantes en las últimas semanas, el precio del litro del gasóleo es un 23% más caro que en las mismas fechas del año pasado, mientras que en el caso de la gasolina el encarecimiento es de un 13%. La decisión de la OPEP, que se hizo efectiva el 1 de enero, ha llevado al crudo a consolidarse por encima de los 50 dólares el barril. Actualmente, el Brent, de referencia en Europa, cotiza a 55,4 dólares por barril, mientras que el Texas americano se cambia a 52,93 dólares. Con los precios actuales, el llenado de un vehículo con un depósito medio de 55 litros de gasolina cuesta 68,31 euros, 6 céntimos más que hace una semana, mientras que en el caso del gasóleo el llenado asciende a 61,76 euros, casi 34 céntimos menos. PRECIOS EN LA UE. La gasolina es más cara en España que en la media de la UE y la zona euro, donde el precio de venta al público del litro de combustible Euro-Super 95 se sitúa en 1,377 euros y en 1,418 euros, respectivamente, mientras que el litro de gasóleo cuesta 1,241 euros de media en la UE y 1,232 euros en la eurozona. El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal en general que la media comunitaria.
