La cervecera holandesa Heineken obtuvo un beneficio neto de 1.540 millones de euros en 2016, una cifra que representa un retroceso del 18,6% respecto al resultado del año anterior, según ha informado la compañía, que destacó el impacto negativo en su actividad de la depreciación de la libra esterlina, el peso mexicano y la naira nigeriana.
La facturación de Heineken en el conjunto del ejercicio sumó un total de 20.792 millones de euros, un 1,4% más que un año antes, mientras que en datos orgánicos, que excluyen la volatilidad del cambio de moneda y de perímetro, subieron un 4,8%. Entre las principales áreas geográficas en las que opera, las ventas de Heineken aumentaron un 0,8% en América y un 16,5% en Asia Pacífico, mientras que en Europa disminuyeron un 1,1%. Por su parte, la deuda neta de la compañía holandesa se situó al cierre del ejercicio en 11.293 millones de euros, frente a los 11.510 millones de euros del año precedente. «Nuestra diversificación volvió a ser una ventaja competitiva, permitiéndonos lograr una expansión de más de 50 puntos básicos del margen, a pesar de unas condiciones económicas más difíciles en algunos mercados en desarrollo y las significativas presiones de las divisas», declaró Jean-François van Boxmeer, consejero delegado y presidente de Heineken. De cara al presente ejercicio, el ejecutivo expresó su confianza en que «excluyendo gandes eventos imprevistos a nivel macroeconómico o político, así como el impacto de las compañías propuestas en Brasil y Reino Unido, esperamos seguir expandiendo el margen en 2017 según nuestras previsiones», añadió.