El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha apostado por mantener en 2017 una política de dividendo de la compañía en línea con la de 2016.
En una conferencia con analistas para presentar los resultados del ejercicio 2016 de la petrolera, Imaz destacó que Repsol se ve «cómoda» con un dividendo para este año en un nivel similar al de 2016, y siempre bajo la fórmula de ‘scrip dividend’. La petrolera abonó ya en enero un dividendo a cuenta del ejercicio en torno a los 0,35 euros por acción, en el marco de su programa de dividendo flexible, si bien para completar la retribución total al accionista correspondiente al ejercicio 2016 falta conocer el importe del segundo dividendo que abonará en verano. Habitualmente, la compañía suele repetir en verano una retribución a sus accionistas similar a la entregada en enero, excepto el año pasado cuando recortó su segundo dividendo tras las pérdidas registradas en los resultados del ejercicio 2015 por las provisiones por los bajos precios del petróleo. No obstante, la petrolera abonó en 2016 a sus accionistas, también mediante la fórmula de ‘scrip dividend’, un importe total aproximado de 0,8 euros por título como retribución por el ejercicio 2015. REDUCCION DE LA DEUDA NETA DEL 16,5%, HASTA 6.800 MILLONES DE EUROS. Por otra parte, Imaz insistió en la necesidad del grupo de mantenerse en esa política de reducción de deuda y control de la inversión y de los costes. Así, estimó una reducción de la deuda neta de la petrolera hasta los 6.800 millones de euros a cierre de 2017, un 16,5% menos que los 8.144 millones a finales de año pasado. Respecto a la posibilidad de retomar las emisiones de bonos híbridos, el directivo consideró que en el contexto actual «no es necesario» para Repsol reanudarlas. En marzo de 2015, Repsol colocó 2.000 millones de euros en dos tramos de bonos híbridos con vencimientos a seis y diez años de los 5.000 millones de euros que había anunciado que podría emitir para financiar la compra de Talisman. Posteriormente, la compañía no llevó a cabo más, aunque hasta ahora había dejado siempre abierta la puerta a retomarlas. En lo referente a Venezuela, país en el que la compañía cuenta con una exposición de casi 2.300 millones de euros, Imaz recordó que es el país con más reservas de crudo del mundo y señaló que Repsol continuará involucrada en el país. LAS DESINVERSIONES DEL GRUPO SE ELEVAN A 5.100 MILLONES. En lo que respecta a las desinversiones del grupo, asciende a 5.100 millones de euros a cierre de 2016, superando así ampliamente el objetivo fijado en su plan estratégico. En esta línea, el consejero delegado de la petrolera vaticinó unas desinversiones para este año 2017 en torno a los 600 millones de euros. La ‘hoja de ruta’ de la petrolera identificaba un objetivo de desinversiones total por valor de 6.200 millones de euros a lo largo de todo su periodo, de los que 3.100 millones correspondían a los ejercicios 2016 y 2017, y los 3.100 millones restante a 2018, 2019 y 2020. Repsol ha procedió, entre otras operaciones, a las ventas de un 10% de Gas Natural Fenosa a GIP por 1.900 millones, así como del negocio eólico marino en Reino Unido (300 millones de euros) o los negocios de gas licuado del petróleo (GLP) en Perú y Ecuador (200 millones de euros), entre otras operaciones. Por otra parte, Repsol prevé unas inversiones por 3.600 millones para este año, un 12,5% más que los 3.200 millones de euros invertidos en 2016, aunque en ambos casos por debajo de los 3.900 millones de euros previstos en su plan estratégico. De esta cifra de inversiones para este año, 2.700 millones de euros corresponderán al negocio de ‘upstream’ (exploración y producción), manteniéndose en línea con 2016. Además, la petrolera prevé una cifra de ahorro por eficiencia y sinergias de 2.100 millones de euros este año, anticipando así en un año el cumplimiento del objetivo fijado para 2018.
