Un consejero de la CNMC acusa a Marín Quemada de «coaccionar y obstruir» su labor

El consejero de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) Fernando Torremocha ha emitido un voto particular discrepante con la sanción de 75 millones a Renfe y Deutsche Bahn en el que acusa al presidente del organismo, José María Marín Quemada, de «coaccionar y obstruir» su labor.

Torremocha ha venido emitiendo, junto a Benigno Valdés, votos discrepantes en contra de algunas de las principales resoluciones sancionadoras de la Sala de Competencia, entre ellas las dirigidas a petroleras, empresas de hormigón o, más recientemente, a grupos de seguridad. La sala tiene cinco miembros, entre ellos el presidente de la CNMC.

En esta ocasión, su voto particular no viene acompañado de otro en el mismo sentido suscrito por Valdés, pero sí incluye una reflexión que trasciende el contenido del expediente de Renfe y que recoge varias acusaciones contra Marín Quemada, entre ellas las de «vulnerar el ordenamiento jurídico».

Según dice, el presidente del regulador, «en clara vulneración del ordenamiento jurídico», ha ido incluyendo en el orden del día de diferentes reuniones el análisis de los votos particulares de Torremocha.

El consejero asegura que esta práctica se ha producido en seis reuniones de la sala, en las que se ha debatido acerca de su posición en expedientes como los de Prosegur-Loomis, Hormigón y productos relacionados, Axión-Abertis, Agencias de viajes y otros.

«Esta pretensión del presidente acogida incondicionalmente por los consejeros (María) Ortiz y Josep Maria (Guinart) (…) fue sistemáticamente reprobadas por mí y por (…) Benigno Valdés Díaz por entender vulneraba el principio de legalidad y también el de seguridad jurídica», explica.

Desade su punto de vista, es «una obviedad evidente que tal acontecer tiene una finalidad coaccionante y obstruccionista a mi labor jurisdiccional y al desempeño de las funciones que tengo asignadas por ley».

Torremocha sugiere además que el presidente del organismo ha creado una suerte de tribunal de honor en su contra. «Tras la promulgación y publicación de la Constitución española, los Tribunales de Honor fueron declarados anticonstitucionales y su aplicación contra legem incursa en el conocimiento del orden jurisdiccional penal», recuerda.

SANCION A RENFE Y DEUTSCHE BAHN.

Sobre la sanción a Renfe y a Deutsche Bahn impuesta por la CNMC, Torremocha ofrece los argumentos por los que emite su voto discrepante, entre ellos el de que se aborda el expediente «de manera incompleta» y sin concretar el régimen sancionador.

El día de la resolución, asegura, hubo de suspenderse la deliberación para que los servicios técnicos, que no la ponencia, redactaran finalmente el régimen sancionador, con lo que se alteró el orden de la fase de instrucción con la fase resolutoria.

«Este consejero en el uso de sus facultades y derechos solamente tuvo doce minutos, antes que esta resolución fuera aprobada, por aclamación», para analizar el asunto, con lo que se «vulneró el plazo mínimo de cuarenta y ocho horas ordenado a estos efectos».

Entre otros argumentos, también señala que el expediente se encuentra caducado, al haberse superado el plazo estipulado de 18 meses, y que se ha imputado a Renfe dos conductas infractoras por la misma actuación, lo que resulta «metafísica y lógicamente imposible».

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