Iberdrola dice que invirtió en Bankia con «tranquilidad» porque la OPS tenía «respaldo» del Banco de España

El director de Riesgos de Iberdrola, Fernando Sánchez Barranco, ha asegurado que la compañía se basó solamente «en la información pública que estaba disponible» para tomar la decisión de invertir en la salida a Bolsa de Bankia y ha subrayado, además, que «el respaldo» del Banco de España a la operación «daba una cierta tranquilidad».

En su declaración en el juicio por la reclamación de la eléctrica por la salida a Bolsa de Bankia en el juzgado de Primera Instancia número 89 de Madrid, Sánchez Barranco indicó que solo se tuvo acceso por parte de la energética a la información pública disponible, que era el folleto, para finalmente decidir acudir.

En su demanda, Iberdrola reclama a Bankia 12,4 millones de euros por las pérdidas sufridas como consecuencia de la compra de acciones dentro de la Oferta Pública de Suscripción (OPS) de acciones lanzada por la entidad en 2011.

El director de Riesgos de Iberdrola reconoció reuniones con los bancos de inversión antes de la publicación del folleto de la operación, ya que los informes de estas entidades aportaban «un poco de contraste», pero en ningún caso la existencia de información adicional.

Sánchez Barranco señaló que el estudio sobre una posible inversión en la salida a Bolsa de Bankia se inició antes de que se publicase el folleto informativo de la OPS, aunque recalcó que el contenido de éste fue el que se «utilizó» para tomar finalmente la decisión de acudir a la operación.

Además, afirmó que la operación contaba también con el respaldo del Banco de España, lo que «daba cierta tranquilidad». «Sus inspectores están en las tripas de cualquier entidad. Si el Banco de España respaldaba la salida a Bolsa, eso daba una cierta tranquilidad», declaró.

El directivo aseguró que, a pesar de que existían riesgos en la operación, ya que indicó no conocer «ninguna operación exenta de riesgos», recomendó acudir a la salida a Bolsa de Bankia, ya que en el conjunto «era un proyecto atractivo». «Era la segunda o tercera entidad a nivel nacional por tamaño, en mercados de elevada renta como Madrid o la Comunidad Valenciana, con un equipo nuevo, despojado de herencias políticas, y que ofrecía un descuento del 50-60% en su precio», dijo.

POSIBILIDAD DE QUE PUDIERA NECESITAR AYUDA PUBLICA.

A este respecto, reconoció que la compañía contemplaba la posibilidad de que Bankia pudiera necesitar ayuda pública y ser rescatada, como finalmente sucedió. «Tenía sus riesgos la inversión, pero poniéndola en la coctelera, era una operación atractiva, ya que si se cumplía el plan de negocio, podía hacer su labor el equipo gestor, sin incidencias políticas, y con BFA como ‘banco malo’, lo que limpiaba mucho el riesgo, la operación era interesante», destacó.

No obstante, Sánchez Barranco consideró difícil de explicar que Bankia diera unas previsiones de posible deterioro de su cartera inmobiliaria de unos 770 millones de euros y apenas 11 meses después necesitara provisiones de más de 11.000 millones de euros. «Ese deterioro en tan poco tiempo no es coherente», añadió.

Tras Sánchez Barranco, prestaron declaración en el juicio directivos de banca de inversión de las entidades JP Morgan y Merril Lynch, entidades coordinadoras globales en la salida a Bolsa de Bankia, que confirmaron las reuniones con el director financiero de Iberdrola, José Saiz Armada, para interesarse por la operación.

El entonces presidente de JP Morgan en España, Enrique Casanueva, indicó que en estas reuniones no se suministró información a la compañía sobre Bankia que no fuera pública y estuviera al alcance del resto de inversores.

UN INVERSOR INSTITUCIONAL NO HABITUAL.

No obstante, Casanueva destacó que, a pesar de que Iberdrola acudió a la salida a Bolsa de Bankia como un inversor institucional, no se podía considerar «un inversor institucional habitual», ya que no es normal que participe en operaciones de este tipo.

Asimismo, el presidente de Merril Lynch España en el momento de la salida a Bolsa, Javier Oficialdegui, señaló que en la reunión con los directivos de Iberdrola se trataron «generalidades» sobre la operación, sin recordar si se trasladó preocupación sobre posibles riesgos.

No obstante, Oficialdegui subrayó que todo el mundo en aquella época era consciente de que la operación «era sistémica para España». «Iberdrola era consciente como lo era todo el mundo», dijo.

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