El grupo energético alemán RWE obtuvo un beneficio neto atribuido de 946 millones de euros en el primer trimestre del año, una cifra que supone un avance del 10% respecto al mismo periodo de 2016, según informó la compañía.
La cifra de negocio de RWE entre enero y marzo alcanzó un total de 13.294 millones de euros, un 2,6% menos que un año antes, mientras que el endeudamiento neto de la alemana sumó 23.717 millones, lo que implica un incremento del 4,4%. «Tuvimos un buen comienzo de año y confirmamos nuestra optimista perspectiva, así como el dividendo previsto de 0,50 euros para 2017», declaró Markus Krebber, director financiero de RWE. De este modo, RWE espera cerrar 2017 con un resultado bruto de explotación ajustado (Ebitda) de entre 5.400 y 5.700 millones de euros, así como alcanzar un beneficio neto ajustado de entre 1.000 y 1.300 millones de euros.
