La banca sólo quiere clientes vinculados que aporten rentabilidad. Al resto, aquellos que no tienen vinculación a través de la nómina y la pensión, pretende expulsarles con comisiones que cada vez son más elevadas. Y si no se van, al menos, logran ingresos.
En este contexto, el mantenimiento de una cuenta corriente básica que no requiere la domiciliación de la paga mensual puede llegar a superar los 200 euros anuales.
Según los datos de tarifas de los servicios más frecuentes recopilada por el Banco de España, BBVA es la entidad que tiene la comisión habitual más alta por este producto al alcanzar los 238 euros, es decir, casi 20 euros cada mes.
Otros grupos aplican una tarifas que rozan los 200 euros, como Liberbank, Popular y BMN. El primero cobra 186 euros; el segundo, 184; y el tercero, 178 euros.
Las cuentas corrientes sin vinculación no exigen tener contratados otros productos aunque permiten tener asociada una tarjeta de débito o crédito.