Los seguros de vida, aunque parecen más indicados para personas de edad elevada, lo cierto es que pueden contratarse también para personas más jóvenes. Las diferentes circunstancias que se pueden enfrentar en la vida hacen que sea recomendable confiar en una compañía de seguros para proteger los intereses de cada uno. Por ello hoy nos vamos a enfrentar en los tipos de seguros de vida existentes según la edad.
¿Qué póliza es más recomendable si tenemos menos de 30 años? ¿Y si pasamos de los 60 años, qué cobertura nos interesa más? Al contratar un seguro de vida hay que tener en cuenta muchas circunstancias, y la principal es saber qué planes de futuro tenemos. Una persona joven que se acaba de independizar o a la que le deben el pago de una factura estará más interesada en un seguro diferente al de una persona con más de 65 años.
Seguro para la renta de los estudios
La pregunta antes de contratar esta póliza es: ¿tenemos hijos? En este caso el seguro cubre las necesidades y prestaciones para los estudios de aquellos hijos cuya madre o cuyo padre – de entre 25 y 64 años – haya fallecido.
Trata de una renta mensual que se ofrece a los hijos en situación de estudio, la cual es fija hasta que cumplan los 25 años. De esta forma el firmante se asegura que, en caso de fallecer, sus hijos podrán seguir con su formación.
Si queremos asegurar la educación y el futuro de nuestros hijos, esta póliza es realmente interesante. Además, el abono de las primas del tercer tercio del seguro queda anulado y se otorga un capital adicional que equivale a las 6 primeras mensualidades.
Si es el beneficiario el que fallece, las primas pagadas para contratar el seguro hasta esa fecha son devueltas al firmante.
Seguro por y para gente joven
Dirigido para aquellas personas menores de 35 años, esta póliza cubre cualquier imprevisto por accidente. Este seguro es de los más económicos, y ofrece un plan de pago por el cual durante el primer año solo se aportan 9 euros.
¿Cuáles son las coberturas principales? En caso de sufrir un accidente que requiera hospitalización, la compañía aseguradora puede dar hasta 900 euros al mes dependiendo de la gravedad del suceso. Y al ser jóvenes el trabajo revierte aún más importancia, por lo que en caso de incapacidad laboral temporal se dan hasta 450 euros al mes, siendo el primero la mitad: 225 euros.
En las tres peores situaciones es en las que la aseguradora ofrece mayor servicio, como en caso de gran invalidez o incapacidad permanente y absoluta, dándose hasta 50 mil euros. Si se fallece, el beneficiario indicado por el firmante recibe 6 mil euros.
Seguro para amortizar los préstamos
Con esta póliza el interesado podrá garantizar la amortización de los préstamos pendientes hasta los 64 años. El seguro que se menciona está dirigido sobre todo a personas jóvenes, cuya situación personal o de vivienda requiera recibir cualquier pago pendiente de cobro, con el objetivo de poder garantizar su obtención. Pero también es interesante para personas más mayores que quieren asegurarse de que esas facturas pendientes serán pagadas a sus beneficiarios cuando el firmante fallezca.
De esta manera la persona contratante garantiza que sus allegados reciban el dinero que se les debe, ya que en muchas ocasiones hay contratos que dejan de tener validez toda vez que el firmante fallece. Además de forma opcional se puede adquirir una indemnización diaria para hacer frente a pagos fijos. Esto se daría si los ingresos del firmante disminuyen a causa de una baja, ya sea por enfermedad o por sufrir un accidente.
Como cobertura complementaria extra se encuentra la opción de recibir el capital que reste por amortizar de lo establecido en el seguro si el firmante sufre una invalidez permanente y absoluta.
Seguro de vida para personas ancianas
El seguro que todo el mundo busca llegado a alta edad pero que no demasiadas compañías de seguros ofrecen. Se trata de una póliza que se otorga a aquellas personas con edad comprendida entre los 65 y los 79 años, por lo que es cuando más interesa contratarlo.
En este caso la indemnización que reciben los beneficiarios que indique el firmante será de una cantidad u otra dependiendo del resultado del examen médico. Si se pasa el reconocimiento médico sin problemas, la indemnización puede ascender hasta los 60 mil euros, pero se reduce hasta la mitad, 30 mil euros, si no se pasa la prueba médica.
Este último seguro es muy interesante para aquellas personas, abuelos, tíos o padres, que quieren dejar un buen colchón económico a sus allegados en el caso de que estos tengan que enfrentar el fallecimiento del contratante. Ante tal difícil situación, el firmante se asegura de que los beneficiarios puedan seguir adelante.
