La única cotizadas del Ibex 35 que sigue en Cataluña

El independentista Grifols vende sangre en régimen de monopolío a todas las CCAA españolas

El independentista Grifols vende sangre en régimen de monopolío a todas las CCAA españolas
Víctor Grifols con Artur Mas. CT

Todas las comunidades autónomas en España le compran la sangre que necesitan en sus hospitales a una sola compañía: la farmacéutica Grifols, la única firma catalana del Ibex 35 que ha decidido no trasladar su sede fuera de Cataluña tras la aventura independentista de Carles Puigdemont.

La empresa, que siempre ha mostrado su simpatía por el separatismo, disfruta desde hace al menos 25 años el privilegio de ser la única entidad autorizada en España para operar en este mercado.

Exlica Alberto Vigario en ‘El Economista’ este 16 de octubre de 2017, que el monopolio de facto de Grifols en nuestro país consiste en el fraccionamiento del plasma humano, obtenido de las donaciones de sangre, que la farmacéutica catalana convierte en distintos tipos de fármacos y vende a los hospitales para su utilización en enfermos renales crónicos, con cirrosis hepática o con desnutrición grave, entre otros.

El precio del litro de sangre procesado por Grifols pagado por los hospitales españoles alcanza en muchos casos los 85 euros, según los contratos a los que ha tenido acceso elEconomista.

Madrid paga 10 millones

Actualmente, Grifols tiene acuerdos de este tipo con todas las autonomías. Por ejemplo, la Comunidad de Madrid tiene suscrito un contrato con la farmacéutica catalana, a razón de unos 10 millones de euros anuales, para el suministro de este plasma fraccionado para sus hospitales. El contrato de Castilla-La Mancha supera los 5 millones de euros.

En Extremadura, la cifra pagada a Grifols cada año es de unos 4 millones de euros. Murcia, por su parte, tiene un contrato de 1,7 millones; mientras que Canarias le paga a la farmacéutica 1,5 millones de euros al año. En Castilla y León, por ejemplo, el contrato con Grifols es de 3,5 millones al año y en el País Vasco, la cantidad llega a los 2,77 millones de euros.

El importe del precio por litro de plasma fraccionado por Grifols varía según los tipos de hemoderivados de la sangre que se adquieren.

En este caso, el litro de albúmina, que sirve para el mantenimiento de la presión osmótica y de la capacidad para el transporte de hormonas y medicamentos, tiene un precio de 25 euros más IVA. Por su parte, el hemoderivado Factor VIII, que sirve para tratar la hemofilia tipo A, alcanza un precio de 20 euros más IVA.

Las inmunoglobulinas, anticuerpos utilizados en multitud de patologías infecciosas e inflamatorias, trasplantes de órganos sólidos e inmunodeficiencias, se vende a un precio de 77 euros más IVA el litro, siendo el producto más caro. Así, en el contrato de suministro del Hospital Marqués de Valdecilla, de Santander, el precio de esta inmunoglobulina de nueva generación alcanza los 85 euros por litro.

Grifols paga unos 50 euros por cada donación de sangre que compra en Estados Unidos a través de una red propia de centros. Para el futuro, contempla poder abrir centros en Europa en los que recoger plasma sanguíneo de donantes: «Podría ser donde la regulación lo permita y el entorno sea favorable», explicó en junio el director financiero del grupo, Alfredo Arroyo.

El que es el tercer productor mundial de hemoderivados tiene filiales en más de 30 países y vende sus productos en más de un centenar, pero obtiene la mayoría del plasma, que es su materia prima y está formada por el agua y las proteínas que contiene la sangre, de sus centros propios de donación en Estados Unidos, donde remunera a las personas que participan.

La compañía cerró 2016 con 171 centros, que pasarán a ser 190 este año, 194 en 2018 y 230 en 2019, según las previsiones de la multinacional con sede, por el momento, en Sant Cugat del Vallès (Barcelona).

De los nueve millones de litros de plasma que Grifols obtuvo en 2016, la práctica totalidad procedió de Estados Unidos, excepto 100.000 litros que consiguió a través de un contrato de suministro en Alemania, si bien su prioridad es controlar todo el proceso de manera directa para asegurar la calidad y seguridad.

Por el estado de la legislación actual, los primeros países europeos en los que las condiciones podrían ser las idóneas para que Grifols abriese centros de captación de plasma parecen ser Alemania y Austria, según los sondeos realizados por la multinacional catalana, que está capeando el temporal bursátil levantado por las tensiones políticas independentistas.

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