CaixaBank presentó este 27 de noviembre de 2018 un plan estratégico continuista con la hoja de ruta que ha mantenido entre 2015-2018.
La entidad que preside Jordi Gual ha reiterado el objetivo de repartir el 50% de sus beneficios como dividendo, y se ha marcado la pauta de alcanzar un ROTE (Rentabilidad sobre el capital tangible) por encima del 12% en 2021.
Esta rentabilidad es ligeramente superior a la que revisada para el actual periodo, que estaba establecida entre el 9% y el 11% y que el banco colocó en septiembre de 2018 en el 9,4%.
Asimismo, espera mejorar los ingresos core por encima de los gastos. Concretamente, contempla impulsarlos aproximadamente un 5% anual, frente a un incremento del coste del 3% por ejercicio.
El banco es optimista con los ingresos generados por el negocio bancario. Anticipa una mejora del 5% en el margen de intereses; de un 4% en las comisiones y de hasta un 10 en el negocio de seguros.
CaixaBank continuará ‘revisando’ su modelo de oficinas. Concretamente, buscará consolidar a lo largo de los próximos tres años su modelo de oficina urbana Store (con un aumento hasta las 600 sucursales en 2021, desde las 285 previstas a cierre de este ejercicio) y la apuesta por mantener el modelo de AgroBank en el ámbito rural (más de 1.000 oficinas en poblaciones de menos de 10.000 habitantes).