Como dice un viejo y sabio refrán español, ‘quien con niños se acuesta, meado se levanta’ (La jugada electoral de subir del salario mínimo hecha por el socialista Sánchez hunde los contratos fijos).
La subida del salario mínimo ha caído como una bomba entre las empresas, pero especialmente entre los autónomos que tienen trabajadores a su cargo.
Algunos se han visto obligados a recortar la jornada laboral a sus empleados ante la imposibilidad de afrontar una incremento de tal envergadura en un solo ejercicio; otros, directamente, han tenido que prescindir de empleo por no poder afrontar una subida de sueldo a sus empleados de un 22,3% de una sola vez.
«¿Quién paga la fiesta? Parece que se olvida que esta medida populista la pagan autónomos y empresas», asegura Lorenzo Amor, presidente de ATA, a Susana Alcelay de ABC.
La organización que dirige estima que aquellos autónomos que tienen al menos un trabajador deberán desembolsar 3.000 euros más al año, sumando las cotizaciones sociales y el IRPF.
Los afectados por este sobrecoste serán entorno a un millón de autónomos y la mayoría son microempresas.
