La final de la Champions League, que tendrá lugar el sábado 1 de junio de 2019 en Madrid y que enfrentará a Tottenham y Liverpool en el Wanda Metropolitano, generará 62,5 millones de euros de impacto económico en la capital (¿Es usted anti-culé? Pues pinche y disfrute con la narración del cuarto gol del Liverpool al Barcelona en la independentista RAC-1).
Según la Confederación de Empresarios Madrileños (CEIM), es muy «positivo» que se celebre este acontecimiento en Madrid y es importante acoger este tipo de eventos que «favorecen la imagen de la ciudad y prueban que Madrid es una ciudad moderna, con buenas infraestructuras y segura» («El mayor ridículo de la historia»: las portadas de la prensa internacional por la eliminación del Barcelona ante el Liverpool).
De esta forma, han sostenido que la final supone una gran campaña publicitaria «mundial», ya que se espera una audiencia que supere los 350 millones de espectadores. Por su parte, desde la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid (AEHM) ya han anunciado que prevén una ocupación superior al 95% en ese fin de semana (¿Estaba ensayada la jugada del inquietante córner del Liverpool ante el Barcelona?).
Además, han asegurado que la final de la Champions siempre ha generado un gran impacto económico y publicitario en las distintas ciudades donde se ha celebrado y la última vez que tuvo lugar en la capital española, en el 2010, la ganancia económica ascendió a 50 millones de euros (¿Dónde y cuándo jugarán la final de la Liga de Campeones el Liverpool y el Tottenham?).
‘Marca Madrid’ en todo el mundo
Así, han afirmado que este evento generará ingresos «directos e indirectos» por los desplazamientos que se producirán dentro de la ciudad, además de ingresos «inducidos», como consecuencia de la imagen de la «marca Madrid». Se trata de un espectáculo deportivo de relevancia mundial, por lo que, según los datos que maneja CEIM, se podría generar un impacto mediático de la «marca Madrid» que alcanzaría a más de 350 millones de personas.
Por último, la patronal ha destacado que esto supone una oportunidad para impulsar la imagen de la ciudad en el exterior y para probar que la capital es «una ciudad moderna, tal y como se demostró en la final de la Copa Libertadores», en la que cifraron el impacto económico en más de 42 millones de euros.