La Administración de Donald Trump ha comenzado a apretar las tuercas de las empresas españolas tras el giro en la política exterior del gobierno de Pedro Sánchez

El ultimátum de EEUU a Repsol: cesar sus actividades con Maduro y plantearse un plan de contingencia

El ultimátum de EEUU a Repsol: cesar sus actividades con Maduro y plantearse un plan de contingencia
Repsol PD

Estados Unidos ha girado su maquinaria de presiones internacionales hacia España. Tras el giro en la política exterior del gobierno de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias a favor del régimen de Nicolás Maduro, la Administración de Donald Trump ha comenzado la presión a una de las empresas más importantes que tienen en Venezuela: Repsol. Así como ha publicado ABC, existen tensas conversaciones entre los norteamericanos y la firma petrolera sobre sus planes a futuro y vínculos con la dictadura chavista.

Un alto funcionario de la Casa Blanca, que ha solicitado no ser identificado, confirma las advertencias realizadas a la petrolera española Repsol. “Les hemos puesto sobre aviso, sus actividades con Maduro y Pdvsa -la petrolera estatal- deben acabar”, sostuvo el funcionario estadounidense en declaraciones a un reducido grupo de periodistas, el pasado viernes 21 de febrero.

Según detalló un corresponsal de ABC, la alerta de la administración de Trump habría sido dirigida no solo a Repsol, sino también a otras petroleras solicitándoles replegarse totalmente de Venezuela y finalizar sus negocios con el régimen.

Plan de contingencia

A pesar de que el Gobierno de Estados Unidos considera que Repsol está cumpliendo la legislación vigente y el régimen de sanciones hacia Venezuela, matiza que ese régimen puede cambiar en cualquier momento y recomienda a la compañía española que tenga planes de contingencia.

Según un alto funcionario de la Administración estadounidense, «sea Reliance, sea Repsol, o Chevron aquí en Estados Unidos yo tendría mucho cuidado con respecto a sus actividades en Venezuela si estas apoyan directa o indirectamente a la dictadura; estamos a mitad de la campaña de presión máxima».

Las advertencias a Repsol llegan a pocas horas de que la Casa Blanca dictara sanciones contra Rosneft Trading, la filial de distribución internacional de crudo de la petrolera estatal rusa. Al hacer el anuncio, advirtió de que adquirir crudo venezolano, aunque sea para el cobro de deuda como el caso de Repsol, va a ser cada vez más difícil.

Según el representante especial para la crisis en Venezuela, el embajador Elliott Abrams, «Repsol siempre ha cumplido las leyes de EE.UU. y las sanciones de Estados Unidos en todas sus vertientes». «En nuestras conversaciones con los representantes de Repsol, incluidos sus abogados, nos han dicho que Repsol es una compañía global que cumple las leyes vigentes en todo el mundo», dice.

El diplomático sí asegura que los contactos con las autoridades españolas y con Repsol van a continuar y espero que según avanzan las actividades de Repsol van a tener que cambiar, y eso será válido también para otras petroleras extranjeras en Venezuela también».

Sobre este asunto, el consejero delegado ejecutivo de Repsol, Josu Jon Imaz, dijo ayer en una conferencia con analistas que la intención es mantener la actividad en Venezuela, aunque, eso sí, cumpliendo «con las leyes y los reglamentos» en los distintos países en los que el grupo está presente y haciendo «los cambios necesarios».

Repsol ha proseguido a lo largo de 2019 recortando su exposición patrimonial en Venezuela, situándola a cierre de año en apenas 239 millones de euros, lo que supone una reducción de casi el 50% con respecto a los 456 millones de euros a que ascendía a finales de 2018.

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Autor

José Antonio Puglisi

Periodista italovenezolano especializado en economía y periodismo de investigación.

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