El trabajo en remoto ha llegado para quedarse. En mayor o menor medida, el tejido empresarial ha probado las mieles del teletrabajo y lo que ha descubierto parece haber gustado. Aunque no es una tendencia exclusivamente temporal, a causa de la pandemia, sino que responde a una demanda creciente de los trabajadores, la crisis sanitaria lo ha impulsado.
En esta nueva realidad laboral que supone el trabajo remoto en España, conviven aquellos trabajadores que optan por la presencialidad con quienes valoran más las ventajas del trabajo a distancia.
El trabajo en remoto no es nuevo
Aunque en España el trabajo en remoto se identifica con circunstancias excepcionales, o con hacer horas extra más allá de la jornada, el concepto y el uso no es nuevo. De hecho, ni siquiera le corresponde al siglo XXI la implantación. La evolución del trabajo en remoto en el mundo y en España viene marcada por los ritmos que marca Estados Unidos.
El primer planteamiento de lo que hoy se entiende como trabajo en remoto surgió en la NASA, donde un ingeniero planteó trabajar desde casa para evitar la saturación del tráfico y de consumo de energía. Aquello que parecía una utopía ha terminado arraigando en todo el mundo, incluido en España.
El trabajo remoto en España
Además de la proliferación y avances en las telecomunicaciones, que hacen realmente posible un trabajo en remoto en su concepción completa, se ha dado un cambio de paradigma en lo que piden las nuevas generaciones de profesionales.
El movimiento Nomad, que tuvo su origen de nuevo al otro lado del Atlántico, ha arraigado poderosamente entre los mayores talentos en España. Este colectivo se basa en desarrollar trabajos como autónomo o empresario desde cualquier punto de la geografía, y cambiar si lo desea en el momento que así lo quiera.
Los millennials y las generaciones posteriores demandan y priorizan opciones laborales que les permita una mayor flexibilidad para trabajar en remoto o combinar ambas modalidades.
En este sentido, la opción de dar el paso y ser autónomo es ya valorado por más de un tercio de los jóvenes españoles, que ven esta vía como una opción para conseguir un trabajo dentro de su campo de especialización y no depender de condiciones laborales tan estrictas.
Según un estudio de LinkedIn, las áreas donde más se está notando incremento de demanda de trabajo son muy diversas: comercio electrónico, servicio de atención al cliente, marketing y contenidos digitales, etc. Estas son solamente algunas de las especialidades más demandadas que encajan con la modalidad de contratación autónoma. Para ello, plataformas como Fiverr permiten la conexión de profesionales autónomos con empresas que eligen el teletrabajo como opción para sus colaboradores.
En este sentido, la importancia de conocer plataformas para encontrar empleo freelance se hace imprescindible. Estas comunidades globales de profesionales que se ofrecen como especialistas y empresas que buscan flexibilizar sus gastos, también sirven como canalización de sinergias y grupos de ayuda y apoyo en caso de necesidad.
Ante esta realidad cada vez más evidente, las ciudades y las empresas se están preparando para acoger a estos profesionales nómadas que optan por el trabajo en remoto en España.
El Covid y la aceleración del proceso
Es importante remarcar que el pasado 2020 vivimos un antes y un después. No solo por la pandemia que ha azotado a medio mundo, sino también porque el confinamiento ha traído consigo un modo de vida que, en algunos países, todavía parecía ser del futuro: el teletrabajo. Muchas empresas han tenido que adaptarse a esta nueva realidad y hacer que sus empleados pudieran trabajar sin necesidad de moverse de sus hogares.
En este contexto, muchas personas que estaban sin trabajo o en el paro han podido encontrar nuevas vacantes trabajando desde sus hogares o, también, se han lanzado a dar el paso para convertirse en freelance y poder ser sus propios jefes. Porque el home office ya está aquí gracias a una necesidad mundial como ha sido la de quedarnos en casa; y cada vez estará más implementado en las sociedades, por eso, es un buen momento para adaptar las empresas a esta nueva realidad y permitir que los trabajadores puedan conciliar mejor su vida laboral con su vida personal.
La pandemia del coronavirus ha hecho que el mundo online evolucione a pasos agigantados: en los últimos meses hemos asistido a conciertos en streaming, a obras de teatro en streaming, a visitas a museos en streaming… Y ahora, también trabajamos en streaming. Una nueva realidad que, aunque parecía lejana, ya se ha instaurado en nuestras vidas.
