¿Qué están haciendo los líderes de los bancos y que están planeando para 2022 en términos de ESG?
Todo el mundo está empezando a hacer ESG porque la presión regulatoria es muy grande y seguiremos viendo bastante «Greenwashing» (una práctica manipulatoria que se manifiesta a través anuncios, campañas, productos que afirman su compromiso “disfrazado” para proteger el medio ambiente).
Para muchos bancos, los factores ESG continúan siendo una manera de proteger sus reputaciones, pero está claro que muchas instituciones financieras están tomando medidas progresivas hacia un respaldo más estratégico del cambio climático.
Estos cambios les permitirán beneficiarse de las nuevas oportunidades de inversión que van surgiendo que, en mi opinión, son enormes.
También, lo que estamos observando es que los bancos están empezando a usar ESG como un filtro para tomar decisiones estratégicas, sobre todo en relación con los riesgos crediticios y las valoración de sus carteras, lo que refleja la naturaleza estratégica de estos riesgos.
Es probable que en el corto plazo todos los bancos Europeos decidan desarrollar una estrategia ESG, ya que este documento representa una oportunidad para que un banco gane visibilidad y competitividad, especialmente entre los clientes más jóvenes que están más interesados en la sostenibilidad y la inclusividad social.
En cuanto a los bancos más pequeños, como los cajas rurales, nadie sabe lo que están haciendo en términos de ESG, y yo les recomendaría empezar a actuar, por ejemplo, preparando un informe anual de ESG para empezar a sistematizar la comunicación sobre estos temas y, de esta manera, posicionarse como instituciones creíbles, comprometidas en proteger el planeta, la comunidad donde operan y sus empleados.
¿Cuáles son vuestras prioridades y cómo llegasteis a esas prioridades particulares de ESG?
Hemos estado trabajando en proyectos de reducción de riesgos climático y económico durante toda nuestra carrera profesional y creemos en el capitalismo responsable guiados por nuestros principios de mejoramiento ambiental, social y de gobernabilidad.
Por lo tanto, las cuestiones ESG son de enorme importancia para la forma en que abordamos cualquier tipo de servicio de asesoramiento. Hemos trabajado tanto con gobiernos como con corporaciones globales enfocándonos en resolver problemas, como el cambio climático, la escasez de agua, la gestión de riesgos y los derechos humanos, intentando siempre integrar las soluciones en sus operaciones, estrategias y el perfil de riesgo.
Al haber trabajado en más de 20 países y habiendo asesorado estos gobiernos durante más de 15 años, tenemos acceso a los expertos, y las herramientas que nos permiten ofrecer servicios competitivos, con certificaciones y con las mejores prácticas ESG.
A través de estas experiencias, hemos priorizado el desarrollo de las mejores prácticas sin descuidar la formación del personal en temas ESG y de resiliencia climática. De manera que todo lo que hacemos pueda guiar a los gobiernos, a las empresas y a los mercados de capitales hacia inversiones sostenibles, principalmente en el sector energético y financiero.
Para nosotros, la inversión sostenible se centra no sólo en los beneficios que genera una empresa, sino también en cómo los genera. Esto implica un cambio fundamental en la forma en que se valoran las empresas, y somos conscientes de que las actividades de las empresas pueden presentar riesgos que pueden traducirse en costos financieros.
Identificar estos riesgos y oportunidades significa poder calcular sus ganancias ajustadas al impacto en la sociedad y su rentabilidad potencial real.
¿Cuáles fueron sus éxitos en el año 2021 que le dieron impulso de cara a un nuevo año? ¿Será esto algo importante para ti en 2022?
A medida que la inversión ESG se acelera, han surgido varias solicitudes clave de parte de nuestros clientes.
Estas demandas han variado desde más asesoramiento centrado en cómo evaluar el riesgo social y climático con respecto a las operaciones financieras, así como en cómo desarrollar un mecanismo de divulgación e información que cumpla con las nuevas regulaciones Europeas.
La pandemia generada por el coronavirus ha generado muchas solicitudes de nuestro asesoramiento en lo que respecta a la interconexión de la sostenibilidad, los riesgos y el sistema financiero.
No hay que olvidar que la pandemia es un desastre natural (aunque del sector salud), y que para manejarlo se necesita experiencia tanto en la gestión de las emergencias, la mitigación y el desarrollo de la resiliencia.
Una línea de servicio en la que hemos sido pioneros, y que ha crecido considerablemente, ha sido la “realización de pruebas de resistencia” para nuevas inversiones (stress testing en Inglés) así como el desarrollo de estrategias integrales de ESG para las organizaciones financieras.
Capacitar al personal en la transversalidad de ESG es el núcleo de lo que hacemos. Hemos tenido mucho interés entre los fondos de pensiones y las dotaciones universitarias para desarrollar mecanismos de información y divulgación que capturen el impacto ESG existente, y empezando a mejorar sus comunicación al público con respecto a sus esfuerzos para proteger al medio ambiente.
De cara al 2022, anticipamos un aumento significativo de nuestros servicios de asesoría a firmas gestora de activos, fondos de pensiones, dotaciones universitarias e instituciones financieras en términos de desinversión de industrias intensivas en carbono, así como el desarrollo de carteras que están más expuestas a los ESG.
Solo para daros un ejemplo, en los últimos años más de 15 trillones de dólares americanos se han desinvertido de los sectores de hidrocarburos.
La presión va a aumentar ya que en 2014 sólo se habían desinvertido 52 billones de dólares americanos globalmente.
¿Cuáles fueron los desafíos más importantes de 2021 y cómo los resolviste?
Entre los principales desafíos que vivimos en el 2021, seguramente hay que mencionar la dificultad de adopción integral de ESG por parte de las empresas y los mercados de capitales, dado que, según nuestra evaluación, los líderes de muchas empresas aún no están completamente convencidos de las inversiones de ESG.
Solo el 28% de las empresas de Fortune 500 han adoptado de manera integral estrategias ESG (PWC 2021).
Parte del problema que estamos viendo es que las corporaciones más grandes todavía tienen dificultades para cuantificar la rentabilidad y el ROI potencial (return on investment) . De igual manera, encuentran dificultades para equilibrar los ESG con la estrategia de la empresa y los objetivos de crecimiento empresarial.
Además, para que los mercados de capitales valoren los riesgos y las oportunidades ESG de manera eficaz, se necesitan datos y sistemas de medición de ESG estandarizados.
Hemos visto avances prometedores realizados recientemente en términos de creación de métricas, pero todavía hay una falta de datos ESG de alta calidad que se puedan utilizar para evaluar y valorar la exposición de una empresa a los riesgos y a las oportunidades ESG.
Es por eso que, en nuestro equipo nos enfocamos en crear nuevas metodologías y modelos, ya que los métodos tradicionales de valoración y fijación de precios de activos, que se basan en datos históricos, no son suficientes en el mundo actual afectado por el cambio climático y el activismo social.
En nuestras compañías y fundaciones, estamos fomentando una mayor coordinación entre los participantes del mercado ESG, a través de mesas redondas temáticas y formación para ejecutivos para comprender los mecanismos mediante los cuales los factores de riesgo climático y de inclusividad interactúan con la economía, la sociedad y el sistema financiero.
¿Qué tipo de beneficio tangible ha visto, si lo hay, salir de sus esfuerzos en la promoción de ESG? Por ejemplo, las encuestas indican que las generaciones más jóvenes están especialmente enfocadas en los componentes A & S de ESG. ¿Qué importancia tiene esto entre sus empleados?
Todos los que estamos implicados en nuestras compañías creemos firmemente en ESG, ya que consideramos que este es el camino más viable para reducir rápidamente el riesgo climático, social y financiero.
Las encuestas que analizamos indican que el 88% de los millennials de alto patrimonio neto considera que ESG va a ser una componente clave en sus decisiones de inversión.
Estamos observando más activismo de los inversores jóvenes, donde ellos mismos se involucran en primera persona haciendo preguntas a sus administradores de patrimonio y examinando sus inversiones para asegurarse de que sus inversiones impacten a la sociedad y al planeta de manera positiva.
En la mayoría de los casos que tratamos, notamos que estos jóvenes inversores están interesados en un capitalismo más equo, que nos gusta llamar “stakeholder capitalism”. Las juntas son más diversas, con más mujeres involucradas, donde se monitorea la huella de carbono y donde todos estos elementos son percibidos como un valor agregado corporativo en lugar de un factor negativo.
¿Algún impacto tangible o anecdótico que pueda señalar?
Hace unos 10 años desarrollamos estrategias ESG para fondos soberanos en Oriente Medio, y estos informes nunca fueron utilizados ni publicados porque se consideraban demasiado “filosóficos” y “visionarios”.
Gracias a estos informes, ahora recibimos llamadas desde los mismos fondos para que les asesoremos en el desarrollo de estrategias de inversión con enfoque medio ambiente y cambio climático. Eso confirma que los fondos de capitales están tomando en serio las oportunidades relacionadas con ESG.
¿Tiene sentido tu enfoque en ESG? ¿Hay algún beneficio que se pueda cosechar por haber sido un líder en ESG durante mucho tiempo? O, ¿es más una jugada defensiva justificada por el riesgo reputacional?
Después de haber trabajado en ESG durante más de 20 años en Oriente Medio, EE. UU. y en América Latina, la experiencia acumulada nos da una ventaja competitiva única, ya que existe un gran impulso en torno al riesgo social y climático que todos enfrentamos.
Entonces, para nosotros, ESG es la nueva frontera del negocio y de las inversiones, y estamos utilizando nuestra experiencia global en el terreno para ayudar a las instituciones gubernamentales y financieras a desarrollar medidas, estándares, datos, y sistemas de divulgación que sean realistas y adaptables a los diferentes sectores y a los diferentes países.
Sin embargo, vemos muchas “jugadas oportunistas”, es decir, nuevas compañías que se presentan en el mercado para aprovechar esta “ola de nuevas oportunidades de inversiones en ESG”.
Esto es bueno y malo. Es bueno porque promueve los temas de ESG que van a tener impacto positivo en nuestras economías. Es malo porque crea desinformación y potencialmente fomenta el “greenwashing”, la tendencia de disfrazar un proyecto para que tenga las características de ESG sin tenerlas de verdad.
¿Cuáles son los desafíos actuales para ESG y los obstáculos políticos?
A pesar de que muchos de nosotros afirmamos que ESG es la nueva frontera de la inversión, hasta que los estándares de divulgación de ESG no sean obligatorios, la inversión ESG siempre será en parte ciencia, en parte conjeturas con todo el riesgo que conlleva eso.
Los reguladores de diferentes países ahora están tomando medidas para cambiar esta tendencia.
En Europa, los reguladores están “cerca de acordar los detalles de un sistema de clasificación a nivel europeo que definirá lo que califica como una inversión ambientalmente sostenible”.
Espero que los reguladores estadounidenses sigan los pasos tomados por los europeos y, de momento, es muy prometedor ver que la Casa Blanca y la SEC (Security and Exchange Commission) están tomando medidas para diseñar un nuevo marco regulatorio para ayudar a regular las inversiones ESG.
A medida que más dinero se invierta en ESG, la comunidad inversora va a exigir más estándares puntuales.
¿Cómo impacta a ESG la cumbre climática COP26?
La cumbre de Glasgow consolida un buen impulso en torno a la protección del clima, pero no alcanza ninguno de los objetivos estratégicos, sobre todo el de conseguir que todos los países se comprometan a reducir las emisiones de carbono a cero antes del 2050, lo que permitirá de mantener el calentamiento global a 1,5 grados centígrados en comparación con los niveles pre-industriales.
Considero que ESG y las inversiones en finanza verde por el sector privado son los verdaderos ganadores de la cumbre ya que, dadas las crecientes presiones políticas y las graves pérdidas económicas causadas por los desastres climáticos, aumentarán las inversiones de impacto, como comentaba en algunos de mis artículos recientes sobre ESG.
Continuaremos viendo el activismo del sector privado y los mercados de capitales en torno a ESG ya que crean nuevas oportunidades para la mitigación del riesgo, la resiliencia y la creación de nueva riqueza.
*Andrea Zanon es asesor de Estrategia y Resiliencia Ambiental, Social y de Gobernanza (ESG) y experto en Sostenibilidad e Inversiones de impacto.