El sindicato CIG-Banca rechaza al proceso de «reconversión y privatización» de las cajas que, según han asegurado, sigue el mismo guión que otras empresas públicas.
Así, avisa de que se está ante una fase de «centralización y concentración», acompañada de una de «saneamiento» con dinero público y la reconversión laboral impulsada por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y, por último, su privatización y entrega a investigadores privados a través de la Ley de Cajas Estatal (Lorca).
Así lo ha apuntado en un comunicado, en el que además, destaca que el FROB, «apoyado» por el PP y el PSOE, «preparó el camino», y la nueva Lorca, pactada también por estos partidos en el ámbito estatal, avanza por «varias vías» en el camino de la «transformación» de las Cajas en bancos privados.
Además, el sindicato ha añadido que, en lo que respecta a fortalecer la solvencia, hay que recordar que según los recientes estrés-test, dos cajas son las entidades sometidas a este análisis «más solventes» del Estado, por «delante» de los bancos privados –la BBK con un Tier1 del 14,1 por ciento y la Kutxa con un 10,6 por ciento–.
Así pues, el sindicato ha apuntado que la solvencia de la BBK y de la Kutxa demuestra que la naturaleza jurídica de las Cajas «no es un problema», sino que el problema de las cajas «mal gestionadas» está en las «cúpulas directivas» y en un modelo de gestión que «equiparó» las cajas con la banca privada y apostó por su transformación en entidades de «carácter estatal» a través de la expansión.
NEGATIVO PROCESO DE PRIVATIZACION
CIG-Banca también ha augurado que el proceso de privatización «será negativo» desde una óptica laboral, como ya lo fue «el proceso de bancarización» que «sufren» desde el 2005 ya que los costes iniciales se materializan en «la destrucción de empleo».
En base a estos argumentos, el sindicato ha situado sus movilizaciones a favor de la continuación de la naturaleza jurídica de las cajas como «mejor» fórmula para garantizar el empleo y las condiciones laborales.
