Critica el retraso en las reformas y cree que las cajas precisan 25.000 millones
Moody’s volvió ayer a poner en tela de juicio la solvencia de la deuda española apenas dos meses y medio después de que le arrebatase el último sobresaliente que le quedaba -la reputada AAA , había sido removida del Reino de España con anterioridad por Standard & Poor’s y Fitch Ratings-. Y de paso, Moody’s planteó sus dudas sobre el Estado de las autonomías y la capacidad del Gobierno para sacar al país de la crisis.
La agencia británica colocó, en concreto, la calificación de solvencia de la deuda -Aa1- bajo revisión y con perspectiva negativa. Equivale a decir que si en tres meses, no se despejan las vulnerabilidades que ahora advierte en la economía, volverá a bajar la nota, algo que el Gobierno se ve capaz de evitar resolviendo las dudas de la agencia
PESIMISMO
Si en septiembre degradó a España desde el codiciado AAA -máxima calificación de solvencia- al actual Aa1 por el débil crecimiento esperado para los próximos años, ahora se basa en la confianza y la imagen exterior de la economía para acompañar su decisión. Resumió en tres sus temores sobre el país.
En primer lugar, descarta que España vaya a necesitar liquidez del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera como Grecia o Irlanda, pero sí ve al país expuesto a nuevos episodios de estrés para financiar la deuda, sobre todo, porque su «vulnerabilidad se ha amplificado recientemente ante la frágil confianza de los mercados». Con cifras, estima en 290.000 millones de euros las emisiones que debe colocar España en 2011.
Unos 170.000 millones son las necesidades de liquidez para el Estado, una vez deducidos, incluso, los 14.000 millones de ingresos potenciales por la privatización de Aena y Loterías anunciadas por el Ejecutivo. A ese montante suma30.000 millones en refinanciaciones de Gobiernos regionales y otros 90.000 millones de bancos y cajas, «cuya capacidad de financiación depende en parte de la evolución de la nota soberana de España».
El problema, advierte, es que tradicionalmente el 50% de los bonos los han adquirido unos inversores extranjeros, que ahora pueden estar «menos dispuestos» a comprar el papel. Y, en todo caso, alerta de que un mayor encarecimiento de la deuda podría limitar y subir el precio al crédito que precisa la economía.
En segundo lugar, Moody’s desconfía acerca de la capacidad del Gobierno para llevar a cabo las necesarias mejoras estructurales. Incluso llega a cuestionarse el modelo de Estado: un sistema -explica- en el que el Gobierno central se encuentra «limitado» por los Ejecutivos regionales a la hora de poner en orden sus finanzas.
Cree que las recientes medidas, «no abordan el problema fundamental de la falta de disciplina fiscal», denuncia la ausencia de iniciativas para reducir el gasto en áreas como la salud y educación en las regiones y critica los «reiterados retrasos» de las reformas. «Estos retrasos» -refiere- «han planteado dudas acerca del compromiso y talento del Gobierno para aplicar las reformas estructurales de gran envergadura necesarias».
La tercera debilidad esta en la banca, que no ve tan sana como parece. Si esta semana Moody’s cifraba las pérdidas de las entidades «en unos 176.000 millones», de los que, sólo, han reconocido 88.000 millones, ayer alertó de una infracapitalización en el sector de cajas. Moody’s cree que las cajas necesitan 25.000 millones de capital, de los que 11.700 millones ya han sido comprometidos con el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Esa inyección elevaría el ratio Tier I (capital y reservas) al 8%. Pero va más allá y cree que en un escenario de estrés las necesidades podrían ser de hasta 90.000 millones para toda la banca si se pide un Tier I al 12% -en 2019 la normaexigirá un 10,5%-.
La agencia explicó que la rebaja o no de la nota de solvencia dependerá de cómo vea en el futuro el compromiso del Ejecutivo para acometer reformas ambiciosas, en particular la de pensiones y negociación colectiva anunciadas. Asimismo, evaluará la disciplina fiscal en las autonomías y cómo la controla el Ejecutivo central.
MERRILL LYNCH
A Moody’s se ha unido Merrill Lynch. El banco de inversión ve «más que probable» el rescate de España y cree inevitable el de Portugal. Así lo apunta en su informe de perspectivas macroeconómicas para 2011, donde señala que los problemas lusos se centran en el sector público mientras que en el caso de España se deben al sector bancario.
Merrill Lynch apunta que aunque «las finanzas públicas están bajo control», los bancos españoles pueden necesitar más capital, en riesgo que se puede trasladar a la deuda.
Originalmente publicada en La Gaceta.