El precio de la vivienda caería cerca de un 18% adicional
Iratxe Manchobas. Madrid Lo que hasta hace poco era impensable -la salida de uno o más países del euro- es ahora posible, aunque altamente improbable.
El informe La ruptura de la Unión Económica y Monetaria realizado por Mark Cliffe, economista jefe de ING Bank, se atreve a medir las consecuencias económicas del fin de la divisa europea y concluye que dejaría pequeño el caos provocado por la quiebra de Lehman Brothers:
Europa quedaría sumida en la recesión durante varios años y se produciría un rápido aumento del desempleo en todos los países miembros.
En el caso de España, el regreso de la peseta vendría acompañado de cifras escalofriantes:
- una caída de la actividad del 13% en el periodo 2010- 2012
- el repunte de la tasa de paro hasta el 25,5%
- y una inflación disparada al 10%
Clif fe señala en su informe que la ruptura del euro «ya no es sólo el producto de la febril imaginación anglosajona» y matiza que, aunque el estudio fue realizado en junio, sus conclusiones siguen siendo válidas.
Y pueden ser muy útiles, ya que los resultados son tan «dramáticos» que deberían enterrar cualquier tentación de abandonar la moneda única, advierte.
primer escenario, el de la vuelta de Grecia al dracma provocaría un desplome del Producto Interior Bruto (PIB) heleno del 7,5% y descensos de hasta el 1% en el resto de socios comunitarios
Pero la ruptura total de la unión monetaria desencadenaría un terremoto económico sin precedentes, con caídas a plomo del PIB europeo de entre el 5% y el 9% en el primer año, «depreciaciones del 50%» en las nuevas divisas de países periféricos como España o Portugal, que se verían sumidos en una espiral inflacionista, y un aumento del diferencial de los intereses de la deuda.
El rendimiento del bono alemán a 10 años caería por debajo del 1%, mientras que los países periféricos tendrían que pagar intereses de entre el 7% y el 12% para poder pagar su deuda.
Cliffe pronostica que en este escenario de disolución de la unión monetaria, Alemania se vería sumida en la deflación, la peligrosa caída de los precios, mientras que los países del sur de Europa, entre ellos España, verían agravarse sus problemas de solvencia fiscal.
Los economistas reconocen que la incapacidad de los países más débiles de la eurozona para devaluar sus monedas y hacer así sus productos más competitivos se ha convertido en un lastre para su recuperación en el actual escenario de crisis, pero el informe señala que volver a la peseta, la lira o el dracma para proceder a su depreciación no saldría gratis: dispararía la inflación y provocaría un incremento del coste de su deuda, al menos en los primeros momentos, antes de que se redenominara a la nueva divisa.
Los cálculos de Cliffe indican que el crecimiento de los precios rozaría el 20% en Grecia, superaIrlanda y alcanzaría el 10% en nuestro país. Por el contrario, la inflación caería a tasas negativas en Alemania y Holanda y se situaría próxima a cero en Francia.
El informe apunta además que, al margen del previsible desplome de las bolsas que traería aparejada la desaparición del euro, los precios de la vivienda caerían de forma acusada en los mercados con niveles elevados de deuda hipotecaria, como España, donde se derrumbarían cerca del 18%, al tiempo que se dispararían las quiebras de empresas y bancos. Pero, sin duda, una de las consecuencias más dramáticas de una eventual vuelta a la peseta sería el aumento del paro.
Más paro Los cálculos de Cliffe indican que, para 2012, la tasa de paro española podría dispararse hasta el 25,5% de la población activa, más de cinco puntos por encima de los registros actuales, lo que supone que uno de cada cuatro españoles no tendría empleo, el porcentaje más alto de Europa.
No obstante, el resto de socios europeos también sufrirían un importante incremento en los registros del desempleo, con tasas del 21% en Grecia, del 19% en Irlanda, el 14% en Bélgica, el 13,8% en Francia o el 12,5% en Alemania, lo que supondría cinco puntos más que en la actualidad.
Este artículo fue publicado originalmente en La Gaceta