No se puede tener más olfato inversor; en ese momento, la onza de oro cotizaba a 669 dólares; este 21 de abril de 2011 a 1.508
«El oro ya no es una inversión rentable», aseguraba en 2007 el entonces vicepresidente económico, Pedro Solbes, para justificar la venta de más del 32% de las reservas de este metal propiedad de nuestro país que el Banco de España había realizado en ese mismo ejercicio.
La operación se sumaba a una cerrarada el año anterior, de casi otro 8%. No se puede tener más olfato inversor. En ese momento, la onza de oro cotizaba a 669 dólares; este 21 de abril de 2011 a 1.508.
Las crisis financiera primero, económica después, y de deuda actual han convertido el metal precioso en valor refugio por excelencia y su precio no ha parado de encadenar récord tras récord.
En los cuatro años que han pasado desde que el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, con el visto bueno del Gobierno, decidiera reducir sus reservas en oro, la cotización de éste ha crecido un 125%.
Como explican Yolanda Gómez y María Cuesta en ABC, los 4,3 millones de onzas de oro que el supervisor vendió en el año 2007 por un precio de 2.867,7 millones de dólares (2.108,6 millones de euros al cambio de ese momento), se valoran ahora en 6.471,5 millones de dólares (4.460 millones de euros al cambio de hoy), casi un 125% más si la comparación se hace en los «billetes verdes» y un 111% más en euros (teniendo en cuenta la revalorización de la moneda europea en el periodo).
En cualquier caso, en sólo cuatro años, España ha perdido más de 2.350 millones de euros por vender esos activos.