El Banco de España afirmó este miércoles que los indicadores disponibles sobre el consumo privado del segundo trimestre del ejercicio «siguen mostrando una cierta atonía».
Según el último boletín económico del Banco de España, los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral correspondientes al primer trimestre ya mostraron una continuación de la senda de «suave recuperación» de la actividad económica, con un crecimiento intertrimestral del PIB del 0,3%.
En cuanto a los indicadores referidos a la construcción, el organismo regulador explica que siguen reflejando el «intenso ajuste» de este componente de la inversión. Así, la información relativa al empleo apunta a la continuación de su perfil «contractivo», con un ritmo de descenso interanual de la afiliación a la Seguridad Social del �11,5% en mayo.
Por el lado de la oferta, los indicadores más recientes relativos a la industria mostraron un tono de «debilidad, pese al dinamismo de las exportaciones».
Mientras, en el caso de los servicios, la mayor parte de los indicadores referidos al segundo trimestre apuntan a una cierta mejora del tono de la actividad del sector.
El Banco de España afirma que la evolución reciente de los indicadores referidos al mercado de trabajo refleja «todavía la debilidad del empleo».
El organismo que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez explica que la tasa de crecimiento interanual del
número de parados se ha reducido, «pero esto supone solo un pequeño avance en comparación con el primer trimestre».
En cuanto a la evolución del mercado de trabajo en la Unión Europea, el Banco de España subraya que el año pasado se caracterizó por una �moderación� en la destrucción de empleo, por un �ligero retroceso� de la población activa y por un �marcado descenso� en el ritmo de deterioro del desempleo.
Sin embargo, advierte sobre la situación de los más jóvenes, donde el paro registró �máximos históricos�, con fuertes incrementos en países como España.
En este sentido, el Banco de España afirma que es �importante� crear mecanismos que favorezcan la empleabilidad de los más jóvenes y que impida la devaluación de su capital humano, con el objetivo de �evitar que el aumento de la tasa de paro pueda adquirir un carácter estructural�.
