La Asociación Española de la Banca (AEB) ha advertido de que el impuesto sobre transacciones financieras propuesto por el presidente de la CE, José Manuel Durao Barroso, debería fijarse a escala mundial, y en su defecto, «como mínimo» en los 27 países miembros de la UE.
«Un ámbito de aplicación más restringido puede provocar la deslocalización de las operaciones y fragmentar el mercado interior», avisó la patronal de la banca en un comunicado. Londres se ha opuesto de plano a este nuevo impuesto.
La AEB establece como ‘línea roja’ para aplicar la ‘Tasa Tobin’ las transacciones bancarias de captación de depósitos y concesión de créditos y préstamos, que «en ningún caso» deberían quedar sujetas a esta propuesta de gravamen.
La patronal recuerda además que la competencia en materia tributaria corresponde a cada uno de los Estados miembros de la UE, al tiempo que subraya que el gravamen debería reducir las distorsiones de la competencia en el mercado único, «desincentivar» las transacciones especulativas más arriesgadas y «coadyuvar» a prevenir futuras crisis bancarias, tal y como propone la UE.
